La semana pasada, leí un artículo de Maruja Torres en El País -ella, desde 1989, es una de las santas de mi particular santoral- y pensé en nuestro país, la otrora Venezuela. Su título, “Tragar o no”
“Algunos asuntos no cambian nunca. Mudan de barba, se adornan con hallazgos tecnológicos, tratan de convencernos de que, con la aparición de nuevas apariencias, desapareció su sentido u objetivo. Pero con IPod o sin IPod, con WiMax o con Wi-Fi, con blog o con wiki, a 2 megas o a 70 megas, lo que importa sigue siendo lo mismo. A los veinte, a los cuarenta, a los sesenta años. Aceptar sin crítica. Pasar por uvas. Tragar.
Decir "sí" o decir "no".
Dejarse machacar o intentar resistir.
Es algo que tarde o temprano se presenta siempre en la vida de una persona, no importa la época por la que le haya tocado traisitar. Y que persiste en asomar de tanto en tanto. A quien acepta el pacto a la primera suele hacérsele más sencillo aceptar lo que sigue. Quien se niega tiene que arrostrar las consecuencias y prepararse para la siguiente escaramuza. Hay gente sumamente heroica que defiende sus principios en las más difíciles condiciones; y muchos que no se lo pueden permitir, pero que se las apañan para apoyar a quienes podrían conseguirlo. Los hay que señalan de antemano a quienes adivinan como rebeldes potenciales: son los ojeadores de mansos.”
…
“-Bienvenida al mundo real. Éste es el rostro que aparecerá ante ti en determinados momentos del futuro. El rostro de quienes te querrán someter de una manera u otra, por una razón u otra. Los mediocres que cortan el tallo de las rosas más altas, los desgastadores de codos que detestan tu forma iconoclasta de trabajar, los simples envidiosos y, por encima de todo, el Sistema, que expulsa a los diferentes y aprieta filas en torno a los mediocres.
-Eso es horrible.
-No, si lo sabes y abres en tu interior una parcela infranqueable en la que te prepares para la lucha.
Le dije que casi siempre ganan los otros, pero que son los resistentes, fracasados o no, los que mejoran el mundo.
Con pixels o sin pixels. Así de crudo.”
Fin de la cita.
Dentro de una semana nos jugamos el futuro, así de simple, así de sencillo. Mucho hemos charlado sobre la situación de nuestro país, pero a la final no vamos a votar. Es más fácil esperar viendo la tele –por cable y si de ser posible con un whisky en la mano- que hacer cola y defender nuestro derecho. Señores el futuro lo tenemos en nuestras manos, luego será muy tarde para opinar, decir y, quizás, hasta soñar.
Yo lo digo públicamente, votaré NO, un NO inmenso, un NO con toda mi oposición a tanta locura, a tanto “yo soy arrecho y quatriboleao”, a tanto hedonismo barato, a tanta ranchificación cerebral vulgar y hasta poco estético -Verdad Emperatriz-. Señores lo hago por mi familia, por mis amigos, por toda esa gente valiosa que se quedó en el camino luchando por un posible. En definitiva, lo hago por mí, por todo lo que creo y sé que puede ser una verdad inmensa.
Todo lo mejor para Ustedes y a votar, según sus conciencias.
Ello se les agradece.
PS: Si deseas leer el artículo de Maruja, allí te va el link.
http://www.lacoctelera.com/reggio/post/2007/11/18/tragar-o-no-maruja-torres-el-paaas-semanal
PS1: La foto. La tomé el 19 de julio, de este año, en Cuba. Muchas cosas pueden derivar de la imagen, pero por mí parte, sobran los comentarios.