miércoles, mayo 19, 2021

Cuando la radio toca a tu puerta, en una tarde con lluvia.

En la casa de mi abuela, “La Filósofa”, era territorio definitivo la música latina con varias casas reales. Monarquías con sus cabezas coronadas y nombre propios. La mayoría venía con el boleto de las películas mexicanas donde Libertad Lamarque era la reina absoluta. Todas las mañanas, a la hora del café mañanero, se escuchaba por Radio Rumbos, las noticias, coplas y canciones. Pedro Infante, Javier Solís, María Luisa Landín, Toña La Negra, Los Panchos, Marco Antonio Muñiz y los Indios Tabajaras con su “porque eres así” se desayunaban con nosotros.

 

Los Ángeles Negros, Elio Roca, Sandro, Leonardo Fabio, llegaron de la mano de Nilda, la hija de la vecina de mi abuela, que graciosamente descantaba sus canciones y todas las notas huían buscando refugio en nuestros inocentes oídos. Nuestra ración de música española llegaba de la casa de los Meleán, Don Antonio y sus hermanos nos mantenían al día con su cargamento de Raphael, Rocío Dúrcal, Carmen Sevilla, oles, mantilla y papas arrugás.

 

En los 70 llegó mi padrastro y con él Joan Manuel, cosa que le agradeceré de por vida. Mi ración de música italiana y francesa, cantada en castellano, llegó por mi madre. Mina, Gabriela Ferri, Nicola Di Bari, Rita Pavone, Riccardo Cocciante, Peppino Di Capri, la Raffaella Carrá y el inevitable Charles Aznavour con su r infinitas.

 

El primo de mi abuelo, Hugo, nos hacia la fiesta, los fines de semana, con su cargamento de Daniel Santos, Celia, La Sonora, La Billo’s, Los Melódicos para agobio de mi abuela y mi tío, el esposo de mi tía, estrenaba sonrisa mientras se escuchaba a “esa” mujer, que no era otra que La Lupe.

 

El moquero patrio, por la cuadra, fue con la muerte de Cherry Navarro para luego ponerse más espeso con la de Felipe Pirela. Obvio que ya se escuchaba a Magdalena Sánchez, Nancy Ramos, Rudy Hernández, Mirta, Las hermanas Chacín, Mirna, Lila, Los Naipes, Rafael Montaño, Mario Suarez, José Luis Rodríguez, Mirla, Mayra, Héctor Cabrera y demás pléyades patrias.

 

Cuando yo estaba cursando el quinto grado de primaria, y tomaba el autobús, era el reino de Radio América, La voz de Carabobo o la Radio 810 según el gusto del conductor.

 

Mi cultura de música en inglés era casi inexistente, a veces una pizca de The Beatles, media cucharada, tipo celaje, de aquello que se llamó Woodstock y Radio Satélite. Carmen era una chica que trabaja en la casa de mi madre, allá por 1974 al 76, y ella, cuando nadie estaba en casa, se volvía roquera escuchando a Radio Satélite. Para mí fue un sarampión que llegó y pasó, mi gusto por el rock es algo como de “ajá, sé que existe” y poco más.

 

“You've made me so very happy”, no tengo idea de cuando fue la primera vez que la escuché, lo cierto que los melenúos de Blood, Sweat & Tears se presentaron, alguna vez, en la plaza Monumental de Valencia y aquello fue “el fin del mundo” según las amigas de mi abuela.

 

Hoy, hace un instante, sin buscarlo, de repente, escuché esa canción y llegaron a mí un camión de recuerdos -y la razón de este ejercicio de memoria-, pero no recordaba el intérprete, su particular voz no es precisamente de una persona de raza negra, aunque la canción tenga su impronta, el tema de Blood, Sweat & Tears es una mezcla de estilos que me lleva al rhythm and blues, al soul, jazz con arreglos complejos, con una sección rítmica clásica y una increíble sección de instrumentos de viento pero, al mismo tiempo, como una gran sombra, me llevaba al más genuino sonido de Motown Records de aquellos últimos 60.

 

Voy a Google y cuál es mi sorpresa, la primera interprete de ese fantástico tema no es otra que Brenda Holloway, una estrella perdida de ese universo sonoro que, en su momento, llegó a ser la Motown y que además es su autora. Luego lo cantó un montón de gente, Lou Rawls tiene una exquisita versión y hasta Cher tiene la suya. Todo un descubrimiento en este día gris ginebrino.

 

“You've made me so very happy”, es lo que me hacen sentir todos ustedes y hoy se los regalo en sus dos versiones. La de Brenda Holloway y la de, por supuesto, Blood, Sweat & Tears. 

 

https://www.youtube.com/watch?v=3zvTvZcmouU 

 

https://www.youtube.com/watch?v=9cWPbLxtsLs 

 

4 Comments:

Blogger Unknown said...

Un recorrido por mi historia también. Lo disfruté de PE a PA! Gracias por traerme regalos olvidados... Y así, rico contado ❤️💞🌹

miércoles, mayo 19, 2021 10:17:00 p. m.  
Blogger AleCorona said...

Lo increíble de este legajo descriptivo me lleva al propio. Cada concibo, estilos, intérpretes me lleva a otro montón de imágenes que no se parecen mucho a las tuyas. O sea que es un viaje diferente para cada lector que tenga cierta edad y haya vivido el nacimiento de cada canción. Justo la única de la que yo tampoco sabía su nacimiento es la que nos regalas por YouTube. Una delicia. Recuerdo que fui a Valencia aquella noche a ver “la sangre, el sudor y las lagrimas” del grupo, pero apenas logré llegar a una parada cuando ya el concierto debía llevar media hora y baje del bus para tomar otro y cayó un palo de agua que sentí peñonazos en mi cabeza y terminé bajo el asiento de la parada que era de acero inoxidable (hoy no duraría media hora en ninguna parada de Vzla., ese asiento).
Total es que me devolví porque Lara cuando tenía oportunidad de llegar al estadio, seguramente ya estaban las ambulancias saliendo, los músicos pirando y los más precavidos ya se habrían ido.
Al día siguiente me enteré de alguien había fallecido, pero no recuerdo cómo. Egoístamente pensé: de la que me salvé. Yo, que había pasado la noche bajo un asiento de lujo... Jajaja.
Por cierto, Rudy, si es el que creo, es Marquez. A menos que sea Hernandez y no sea nuestro Impala.
Gracias, Silmarat, por regresarme a tan agradables imágenes.

viernes, mayo 21, 2021 2:33:00 a. m.  
Blogger AleCorona said...

Me disculpo por lo de Márquez. Dudar de vuestra memoria es otro error. Rudy Hernández ES.

domingo, mayo 23, 2021 7:32:00 a. m.  
Blogger Marvin said...

Gracias estimado mago por este paseo que nos llevó en palabras de María Zambrano a presentificar desde la memoria. Una delicia mirar en su narrativa nuestro propio tejido de versos y cantos. Abrazos desde Venezuela

miércoles, mayo 26, 2021 3:19:00 p. m.  

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