Válgame Dios!!!
En el 2012 mi amiga Mónica Montañés escribió, para Venevisión, una
telenovela llamada “Válgame Dios”. Afortunamente la pude ver, vía YouTube, y
así disfrutar del talento de mi amiga. También, he de confesar, tuvimos nuestra
primera pelea telefónica, espero sea la última, y fumamos la pipa de la paz,
tiempo después, en su casa de Caracas. Suelo ser frontal y las cosas se
arreglan, café por medio, y jamás por teléfono. Por cierto a Mónica le debo una
obra de teatro que se me estancó en el segundo acto. Espero que, algún día, mi “Historia, chisme y parodia” vean la luz.
Así mismo en Madrid existe una microcalle llamada Válgame Dios. Allí,
entre tantos momentos maravillosos, vi a Milagros Socorro vestidita de verde y
feliz de la vida. Se escuchó, un 14 de febrero, la voz de Nancy Toro tejiendo
un bolero. Un septiembre las cuerdas de Cheo Hurtado nos rompieron el corazón
cantando aquella canción de Aldemaro Romero y, cosas de la vida, la primera vez
que vi a Mónica Montañés en Madrid, cuando César Miguel nos llenó de sabrosa
salsa fue, dónde no, en la calle Válgame Dios. Allí es donde llevo a mis amigos
y donde mis amigos me ven. Allí está Linda, Kodiak, Elvia, Helia, Antonio, Carlos,
Teté…
Pues en esa calle está Cesta República. Cada vez que paso por
Madrid, lo primero que hago, luego de dejar mis fardos en el primer hotel que
encuentro, es ir a verles. No importa la hora, paso por allí aunque sea a las
tantas de la noche. Mi primer día, en la capital de España, no es completo si
no paso frente a su escaparate.
Llegué a Cesta República el día de su inauguración. Un cofre multicolor
de formas, de diseño en fibras naturales. La primera venta, de esa noche, fue
la mía. Es un lugar donde se une el tejido de tantos hilos, la palabra meritocracia
tiene sentido, el buen gusto habita, las artes todas y con letras mayúsculas, la
carcajada sincera y las miradas estrenan los brillos más infinitos. Libros de
tramas ancestrales junto con una copa de vino y nutritivas charlas.
He releído, no sé cuántas veces, el texto que Guillermo, de aquella
noche de estreno, intentando ordenar mis ideas. Confieso que tengo una semana
intentando escribir estas líneas, varias veces he borrado todo y he vuelto a
comenzar, me he sentido Sísifo pues las palabras no son suficientes. Son tantas
cosas en estos 3 años de maravilla con sabor patrio y tintes de cualquier lugar
del mundo donde la urdimbre constituyen las bases de tantos sueños.
Cierran, por poco tiempo. La idiotez humana, en forma de Covid 19,
y sus absurdas consecuencias, apaga el bombillo de ese faro de lo que fuimos, de
lo que somos los venezolanos. Tanta buena semilla no se puede perder, tanta
buena vibra se hace eco, abre abrazos, regala besos. Pase lo que pase, tengan
los proyectos que tengan. Estrenen miles horizontes, inicien caminos infinitos.
Siempre serán mis seis locos adorables. Ya me hacen falta.
Cesta República representa, para mí, esa Sexta República que todos
los venezolanos queremos, merecemos. Sé que el bombillo estará de vuelta, con
nuevos aires, con nuevo empeño, muy pronto para que el faro, de Cesta República,
nos enseñe el camino de lo que debe ser y no lo que pudo ser. De forma egoísta me
siento huérfano y los encontraré pronto, muy pronto. Las fibras esperan por
ustedes. Ya los extraño.
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