Los Reyes y sus cosas...
Mi mundo se inició, según la creencia católica, en los últimos meses de año
1962 y la inauguración fue, meses después, el día de mi nacimiento y aunque he
tenido seres que me han regalado cualquier cantidad de pesadillas varias, también
tengo una larga lista de personas que han hecho que mi vida sea con
calidoscopio de momento memorables, hermosos, mágicos. De ambas experiencias,
las terribles y las maravillosas, debo estar agradecido, ambas me han hecho
crecer, disfrutar de mis simas y cimas, tocar las estrellas y pasar, un segundo
después, un buen rato, en las profundidades abismales de la desesperanza. De la
embriaguez de la carcajada a sentir que te cortan las tripas con su chorro
generoso de vinagre y sal. "Homo sum,
humani nihil a me alienum puto", "Soy un hombre, nada humano me
es ajeno". Dicen que lo escribió
Publio Terencio Afro y si Miguel
de Unamuno y Jugo lo hizo suyo, por qué yo no? Vamos a ponernos exquisitos, que
no queda mal de vez en cuando. Además, se supone que soy culto, pedante, muy
humilde y punto pelota.
Les comentaba que no me puedo quejar de mis amigos. Son esos seres locos -detalle
absolutamente necesario para pertenecer a ese selecto grupo de delirantes
exquisitos- tienen la mala costumbre de hacerme realidad todos los sueños que
ni siquiera se me ha ocurrido soñar. Todo un privilegio en los tiempos que
corren.
Mis amigos, todos ellos, son mis particulares reyes magos. Con su cargamento
de oro, incienso, mira, garrote,
cianuro y hiel. Afortunadamente el garrote, cianuro y hiel los he tenido en sus
dosis necesarias como para aprender que no se debe hacer en la vida con la vida
de otras personas lo que significa comprender, y aceptar, que todo tiene, por
lo menos, dos versiones.
Barriendo para la casa, uno llega al mundo con unas vainas llamadas
familia, idioma, religión, país y un abultado etcétera que sin preguntarnos
está allí, esperándonos y que debemos aceptar de una. Todos ellos con sus
sostenidos y bemoles hacen lo que somos y, en líneas generales, no me quejo. Mi
versión UCV ha sido prodiga conmigo. La UCV podría pensarse, para los
venezolanos, que me refiero a la Universidad Central de Venezuela, pero en Mi
caso UCV son los apellidos que conforman mi familia y jugaron, y juegan, un
papel importantísimo de los que soy. Cómo no estar agradecido de todos ellos, están
en mí hasta en el momento de verme al espejo, a primera hora de la mañana.
Todos ellos son Mis Fabulosos Reyes Magos. Gracias por estar, ser, existir,
por perfumar mi vida con su presencia.
Feliz epifanía.
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