miércoles, agosto 29, 2018

Jugando a poeta


Dime que existes
Que no eres una simple divagación de una de mis sombras.
Júrame que tus medias azules son reales y no un ímpetu trasnochado de un alma vieja.
Te busco y no te encuentro.
Te nombro y mis palabras caen huecas sobre el cristal
Dime que existes…, que no eres un engaño de una mala sonrisa y un estruendo de algodones apesadumbrados
Di que fue verdad construir estrellas, constelaciones con la punta de los dedos en la quietud de las mareas blancas…
Dime que no estoy loco
Que las uñas de los sueños escribieron tu nombre sobre las paredes lavadas de una ciudad con lluvia, fría y silente.
Confírmame que tu nombre sonó en mi voz desatando vuelos de aves y desató fiestas de flores transparentes.
Dime que existes y que tu cuerpo abrió puertas, que se abrieron ventanas.
Dime que es verdad, dime que tu sombra acuño mil monedas con mi nombre y pagó el rescate de mi alma…
Dime que existes en cada hoja soñada por los arboles
Que la vida es real mientras descubrimos Sísifo sentado en la piedra del jardín de las palabras
Dime que existes para volver a construir murallas y luego derribarlas
Dime que no estoy loco, que mi sangre circula por las noches llenas de luciérnagas borrachas
Dime que existes para firmar que estoy vivo.
Dime que existes para saber que la luna de tu secreto anida en mí mientras mi sol pinta círculos en tus ojos.
Sencillamente dime que existes y volveré a creerme mientras me visto de verdad mientras te espero.
Sólo dime que existes y seré el búho más sabio de los colores más vivos.
Y viviré cuando mis palabras conozcan que la vida es la vida y que tú existes.