sábado, mayo 27, 2006


He tenido la suerte en conocer a gente maravillosa, esa gente que llega a nuestra vida y con su vara mágica nos transporta a otro mundo, a sus mundos. Gente que con su risa, con sus lágrimas, llenan nuestra vida de otras vidas, las cuales nos serían imposibles vivir. Nos muestran otros cielos, otras realidades, otras formas de pensar, de sentir, de ser. Nos traen otros condimentos, otros olores…, y nos hacen mejores.

Hoy, y sin saber por qué, me dio por escribir sobre uno de ellos.

La conocí y ni siquiera me acuerdo cuándo, ni dónde, más bien pienso que siempre ella estaba allí, arrastrando las erres, con sus manos de alfarera, con su porte a lo Lousie Brooks en el “Büchse der Pandora” y el desparpajo al colocarse un bikini a sus bien entrados los 60 años. De su letra que dejaba surcos en el papel como para sembrar abedules. El después sentarnos horas, en animado monólogo -él de ella-, mientras los hielos de su “roncito con cocacola” hacían tonos sepias musicales. Allí frente a mí una adolescente, una pavita, que rallaba sus 70 y yo, un anciano de sólo 30 años.

Presenciar y verla -con horror- hacer una cena de cuatro platos usando sólo una olla, dejando media urbanización en perfecto desastre -cocinas incluidas-, para luego presentarnos, artísticamente, unos lomos de cerdo con las “pepas” de parchita a modo de moscas. Responder entre filosófica y divertida: “Chico, si no las ves, cómo puedes saber que es una salsa de parchita”, como si tal cosa. Pero sus platos eran magníficos, más de una vez me vio meter los dedos, en la olla, buscando los restos de una salsa.

Verla llegar con sus baúles, bolsos, maletas, bolsas, más maletas huyendo del frío mortal de New York para perderse en los llanos Venezolanos. Huir, por seis meses, a su rancho y a su sinfonía nocturna de cascabeles. Cascabeles, mapanares y cualquier bicho era siempre para ella un invitado. Allí no tuve ninguna duda, era una bruja sacada del peor cuento de Jacob Ludwig Karl y Wilhelm Karl. Luego, lo necesitaba, volvía a su mundo de largas avenidas. Una vez nos encontramos en New York y comí las cerezas más exquisitas de mi vida, claro ella quería ser la guía de las guías. No tuvimos tiempo, nos lo debemos.

Reírnos de sus travesuras, al recordar como una albóndiga puede desarrollar todo un problema diplomático. Verla rodar por un impoluto mantel de lino egipcio, en la casa paterna. Pues, su hermanito trató de lanzárselo, a su vestidito celestial todo encajes, y terminó en el regazo de su tía toda poderosa. La Baronesa.

Oír de su vida, su experiencia, a sus veinte años, en un hospital en la línea Sigfrido. El encontrar el piano de la familia, la joya de la abuela, completamente destruido, en el descuidado jardín, pues, no había leña, no había nada y el frío era infernal. Tener, luego de la guerra, a su propio harén masculino en una fortaleza: “Chico, los pobres necesitaban cariño, después de tanto horror”, ella era la única mujer entre tanta testosterona. Estaban escondidos de los temibles rusos.

Caminar, en pleno invierno, desde algún punto de Checoslovaquia, de la antigua Sajonia, huyendo de los rusos. Veredas, piedras, bosques, montañas de silencio y mucho frío. De vez en cuando, una casucha en el camino, y sus gentes le preguntaban, curiosas: “Y de dónde vienen?”, “De la Guerra” decía ella. “De qué guerra?” le respondían, viéndoles continuar con los zapatos rotos y sin sentir olor ni dolor.

Y seguir por el camino, sin mapa ni referencias, hasta la casa su tía, La Baronesa, en Frankfurt. Encontrar un destartalado ático, ruinas de lo que fue un hermoso palacete de cuento y su anciana tía esperándola, coquetísima, allá arriba, al final de la guardilla, con delicioso té en su juego de plata brillantísimo, un mantelito de encajes holandés y un duro bocado de carne de caballo. Y no llorar. No llorar, sólo sonreí con lo poco y nada que quedaba de su pasado, de su vida, de sus vidas.

Conocer su peripecia de casada con un médico gringo. Su trabajo como enfermera en ese país enemigo, que le ofrecía otro cielo y posible horizonte. La perdida del hijo que nunca llegó. Dejar, tiempo después, con un enorme lazo, a su esposo como regalo a su mejor amiga. Las tertulias por la quinta avenida de aquel entonces. Las veladas en el Metropolitan. Las confidencias de sus amigos rusos, franceses, judíos y polacos que, aún arruinados, pretendían mantener su añejos oropeles en una ciudad que los mostraba en las vitrinas de Times Square. Su pequeño romance antes que llegara Margarita Cansino, disfrazada de "Gilda", y le arrebatara su sueño de mil y una noches.

Su llegada a Venezuela para terminar siendo la cuidadora de los hermanos Cisneros, antes de llegar a su minúsculo ranchito de los llanos, un agobio de tablas en la sabana y un sol de justicia.

El cómo pasó media semana, por el barrio chino, buscando ajíes venezolanos, para hacer un sancocho. Luego, el problema con los bomberos por el humo desatado en uno de los edificios que demarcan Central Park. “Chico, yo escuchaba un pitico, pero pensé que era la olla, un sancocho lleva su tiempo. La vida de los ricos y su temor a perderlo todo, llena sus vidas de tantas alarmas. Una no puede cocinar como una quiere. Una sopa sin humo, no es una sopa”.

Era adorarla y al mismo tiempo pensar en tirarla por el balcón, cinco minutos después.

Su genial regalo a unos amigos, enormemente "riquísimos", en su aniversario de bodas. Un yo-yo sin hilo, para luego decirles orgullosísima: “Les puedo asegurar que esto no lo tienen, además, qué se le puede regalar a los que tienen todo?”

Ella, la que cantaba…

“Vor der Kaserne
Vor dem großen Tor
Stand eine Laterne
Und steht sie noch davor
So woll'n wir uns da wieder seh'n
Bei der Laterne wollen wir steh'n
Wie einst Lili Marleen....”

…con una mirada que congelaba el tiempo, las palabras, los grillos y hasta a la mismísima Marlene Dietrich de pena y dolor. Oírla cantar, casi recitar y decir un último Lili Marleen, largo, espeso, eterno, para luego tomar su copa y colocarse, lo mejor posible, una sonrisa. En ese momento sus ojos se iban a algún lugar de su Turingia, Sajonia, Baviera o Baden-Wurtemberg. Era uno de sus secretos impugnables.

Era verla transformada en turista gringa, cachucha y camisa de flores, caminando por Orlando. Parando un avión, gritando como loca por los pasillos de un aeropuerto, pues sus maletas no estaban en él. Oírla hablar de Billie Holiday y del cómo lloraba, oculta en su baño en Murray Hill, pues no la dejaron entrar al Mogambo. Las tragedias de Balanchine por estar enamorado de aquel bailarín, el ego inmenso de Alicia Alonso, el terrible olor del tabaco de Betancourt, las borracheras de Grace de Mónaco, las lágrimas de María Callas, sus discusiones -con cachetada incluida- con Churchill.

Sus descubrimientos arqueológicos, autenticas lámparas Tifany, camafeos de Lalique, partituras de Liszt, en los mercados de pulgas de New York. El celebrar uno de sus cumpleaños subiendo, a pie, el Autana. Preparar una cena íntima, como anfitriona, a los poderosos en propia su casa. Ver como Marcelino, su peón en el rancho y su mejor amigo, se comía una arepa con caviar beluga comentando: “…esa vaina si es mala…, no sé como le gusta esa guarandinga” y ella muriéndose de la risa.

Tanta perfección también tenía sus bemoles, bueno, sus doble bemoles. Oírla gritar en sí bemol, sobre agudo, era de pavor. Su “Die Walküre” hacía que nos ocultáramos detrás de nuestras sombras. Como heredera de Florence Nightingale era temible, te llenaba de brebajes intomables -naranjas amargas con berro, era su preferido- y era conocedora de todas las recetas medievales, como nadie.

Una vez la vi borrachísima, murmurando en alemán, con su "roncito con cocacola" en la mano, haciendo garabatos sobre los ladrillos de la sala. Para luego terminar, hablándole a la luna en alemán, recostada en una hamaca. Lamenté, como nunca, no saber alemán en ese mágico instante.

Escuchar algunos cuentos, de sus victimas, es una delicia. Del cómo enseñó a todo un pueblo a fabricar flores de papel y pelearse con el alcalde. Del cómo les pintó, para siempre, sonrisas a niños tristes y se negó en redondo invitar a la “primera dama de aquel pueblo” a la inauguración de una casa -la de la primera dama de aquel pueblo-.

Ella, de la que aún siento su voz dictándome datos, para que yo los transcriba, y no me pierda. Ella que domaba a las bestias. Ella que me regaló un humilde collar de una sola piedra, construido por ella misma, por sus manos, y que aún conservo, celosamente, como uno de mis más hermosos tesoros. Ella que coleccionaba velas “Cuando estés solo, con mucho frío, pero mucho frío y no tengas nada ni nadie a tu lado. Verás lo importante que es tener una triste vela como compañía”. Ella que guardaba tantas cosas, pero tantas cosas, y que se perdieron irremediablemente en un bochornoso incendio, producido accidentalmente por ella, en una pradera del Estado de New York. “Chico, lo perdí todo. Bueno…, total..., no me iban a caber en el ataúd. No soy Nefertiti”. Humildad teutóna y completamente practica.
“Chico, lo importante es lo que la vida me va a traer, lo que se fue, pues ya se fue”.

El terror que nos traía cada vez que llegaba, era apocalíptico. Ella coleccionaba amigos, amigos con letras grandes y sin querer creaba batallas campales, para que el vencedor pudiera alcanzar la gloria en tenerla como huésped. Ella, sin querer, creaba pasiones, altas o bajas, pero cualquier cantidad de pasiones variopintas.

Hace años que no sé nada de ella. Se me fue. Se me diluyó, de igual manera que llegó a mi vida. Se marchó. Se me fue debiéndome una larga charla. Yo la esperaba con una caja inmensa de cintas por grabar, fotos por ver, historias por descubrir. “Carajita, cómo me haces esa tremenda vaina!!!”. Sospeché que algún día se me iría, como un atardecer, como una nube riéndose de la vida y no hubo despedida. Eso es lo bueno, así tengo la esperanza y espero encontrarla, peleándose con el panadero, dentro de una hora o dos. La vida me lo debe. Quiero verla aunque sea sólo un instante. y escucharle su “Hola chico”. Y reírnos otra vez, como siempre. Pero saben una cosa, no tengo premura en buscarla, ella está dentro de mí.

He tenido la suerte en conocer a gente maravillosa, esa gente que llega a nuestra vida y con su vara mágica nos transporta a un mundo, a su mundo. Gente que con su risa, con sus lágrimas llenan nuestra vida de otras vidas, las cuales nos serían imposibles vivir, nos muestran otros cielos, otras realidades, otras formas de pensar, de sentir, de ser. Nos traen otros condimentos, otros olores…, y nos hacen mejores.


Cómo no puedo estar agradecido de la vida?


En ésta madrugada, levanto mi copa y brindo por ti Frau Bornemann, mi adorada Felicia Huber. Te mando un beso y una sonrisa dónde quieras que te encuentres, dónde quieras que estés…

Y no jodas tanto carajita!!!

43 Comments:

Blogger EBE said...

.....
y .....
PD: ......
PD2: Me recuerdas a aquel escribidor que conocí cuando no era quien soy ante sus ojos

sábado, mayo 27, 2006 3:16:00 a. m.  
Blogger Unknown said...

¡Ay hechicero antiguo! Siempre tan profuso y a veces tan oscuro! Pasé a saludar y a beber de tu erudición. Saludos. Hay un nuevo post en mi blog. Dame tu opinión. Saludos.

sábado, mayo 27, 2006 3:39:00 a. m.  
Blogger Troka said...

conocer gente así y quedarse irremdiablemente pensando en lo poquitísimo que uno ha vivido....
Esas vidas merecen narradores como tu, te botaste!!

sábado, mayo 27, 2006 5:18:00 p. m.  
Blogger Carlos said...

Estimado Hechicero,

La vida esta llena de padrinos/as y/o padres/madres "putativas" como suele decir mi madre.

Esas personas que sin saber porqué te adoptan, te entrega conocimiento y confianza y uno no tienen la menor idea por qué.

De repente cuando leía tu relato, me sonó la misma historia de una inmigrante judía que sabia cocinar. O del banquero que necesitaba que un niño con buenas manos le cuidara su equipo de sonido, o del fabricante de automóviles, que me llevaba en su avioneta para poder poner a punto su palacio de sonido en su planta de carros en alguna parte de Venezuela. O el fabricante de hojalata que me buscaba en su cadillac para que le pusiera a punto si sistema de grabación profesional y después dábamos unas vuelticas para ver a las "chicas" el tenía 70 yo 25. O la señora que utilizaba mi hombro para llorar cuando su esposo le montaba cachos... O el gerente que me hacía la vida imposible, pero dependía de mi 100% hasta que un día me dijo que me la hacia imposible para que yo aprendiera...

Son muchas las personas que de una u otra manera dejan una marca en le vida. Algún día contare el cuento de Julio que se paraba en la azotea de la casa y veía caminara a las mujeres por la acera y me decía: "esa es virgen, esa no, esa es una sin verguenza esa es una santa..."

Un gran saludo
PD: No he tenido tiempo de trabajar en tu listica, espero que prono me desocupe y pueda dedicarle un poco de tiempo....

sábado, mayo 27, 2006 5:18:00 p. m.  
Blogger Naky Soto Parra said...

¡Que reto tan sabroso entrar en tus disquisiciones! Hay unos giros de proyección muy interesantes a lo largo del relato, resueltos con maestría al afirmar que ella vive en tí...

Gracias, el tempo de tu voz me acompañó toda la jornada, y me reí y gocé repasando la tertulia.

Un abrazo grandísimo,

domingo, mayo 28, 2006 6:34:00 a. m.  
Blogger Mire said...

chamo què personajazo, què bien la retratas ademàs, deberìas escribir una novela sobre esa señora. guao, es buenìsima.

domingo, mayo 28, 2006 3:38:00 p. m.  
Blogger Câline said...

Una joya. Una persona que es una joya y te escogió para darte de ella. Eres muy afortunado! Personas así son tesoros en nuestra vida.

lunes, mayo 29, 2006 12:26:00 a. m.  
Blogger El "Dulzor de Ostras" said...

Qué privilegio ha tenido Usted en haber conocido a una persona tan de cuento y tan real!

Un mujer que es varias historias, varias novelas, de varias vidas en una sola vida. Me impresiona, definitivamente.

Amigo Hechicero es una maravilla pasar por aquí, siempre aprendo algo nuevo y qué forma de escribir tiene Usted.

Volveré

lunes, mayo 29, 2006 6:22:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

De esa gente bella esta llena la vida...yo he llevado a mi nana muy dentro en mi corazón y gracias a un numero de tlf que llegó sin ton ni son a mis manos, apareció...la quiero ver...aunque viva en mi corazón.
Bello relato :)
Beshosssssssss y saludos de "el otro" ;)

lunes, mayo 29, 2006 8:42:00 p. m.  
Blogger Unknown said...

Silma...
poco hay para decir después de haberme hecho sentir tantas cosas...
Porque su relato llega a mi vida, mostrandome otra vida, la cual me sería imposible vivir, porque me mostró otro cielo, otra realidad, otra forma de pensar, de sentir, de ser...
Usted sabe de lo que le estoy hablando...

Un gran abrazo...

martes, mayo 30, 2006 3:17:00 a. m.  
Blogger rafico said...

Excelente descripción, has dibujado con el pincel de tus palabras a alguien que en sí misma, era todo un fillium. Que cantidad de historia en una sola persona.

La complejidad de nuestras interrelaciones es todo un universo no controlable, quien iba pensar que los sucesos e in-sucesos de alguien ignoto para quienes te leemos, nos motive a escribir cosas. Las personas nos influyen tanto, que creo que en cierta forma, nos implicamos mutuamente, es decir, somos parte de ellas, y parte de ellas hacen parte de nosotros.

Hasta pronto,
Ahora entiendo muchas cosas., gracias.

martes, mayo 30, 2006 8:33:00 p. m.  
Blogger Nostalgia said...

Graciassssssssssssssssssssss
tqm ♥♥
(y deberias escribir a DIARIO, nojó...)

miércoles, mayo 31, 2006 4:55:00 a. m.  
Blogger Carmelo Lattassa said...

Gracias por ser un buen amigo... un abrazo...

jueves, junio 01, 2006 12:28:00 a. m.  
Blogger Raphaela said...

Al llegar a la profundidad, vi cómo dos alas negras se conjuraron en un extremo del dorso de un extraño, mi espalda en un equilibrio único presenciaba como empalidecían mis mejillas, la superficie ocular era protagonista de un ángel mutando a demonio, mi espina dorsal sentía el mismo subyugo lacerar mi espalda.
Era apetecible la idea redentora del pecado, los tambores en un gesto grotesco liberaban la energía del compás bélico, después de un par de millas de infierno, cruzaba el mar muerto en una embarcación llena de santos, en los costados trozos de tierra firme.
Uní a los ángeles en las afueras, les hablé de la guerra de las marejadas ¡vertí hechos en la profundidad!, icé la bandera de nuestra lucha en favor de los humanos emergentes, tuve adeptos, tramé un ardid a Luzbell... Los ángeles amortajados serían levantados de las catacumbas de los imperios. Se creará una reunión de reclutas, romperemos en fila...'' Delimitar los océanos" es el plan de los simpatizantes, conquistar los océanos y poner fin a las marejadas y al Demonio de la Perversidad... Los otros ángeles se preparan... Alguien nos sigue...
Comprendí malditamente según los designios de Dios que mi alma necesitara de otros congéneres pensantes, mandé a llamar… Nanael, Estepario, Clarice, Freyja, Yuriflame... Por nombrar a algunos... Tendría que enfrentarme a los grandes demonios Ligeia, Nosferatus, Natalio, Lord Lavengro, Gemónides... La tiniebla de sus manos era exquisita en la oscuridad, les admiraba...
Se me enseñó la piedad y la obediencia y que es mejor...
Te invito a mi Penúltimo Laberinto:
La partida...

jueves, junio 01, 2006 8:07:00 p. m.  
Blogger Unknown said...

Hola !
Estoy ahora en alta mar voy rumbo a Croacia , luego a venecia y Roma no te escribi el correo por que hasta ahora lei el blog te doy mas tarde el numero del clular para que me llames si puedes manana estoy en coracia ..
Besos Namaste ..
Uff que emocion seria rico poder conocerlo lo mejor para ud besos namaste.

viernes, junio 02, 2006 1:48:00 p. m.  
Blogger Menta said...

Ay!,me perdi un tiempito pero ahora el costo que pague fueron varias lagrimas....
hermosa tu escritura hechicero!.

Besos

Menta

viernes, junio 02, 2006 8:52:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Mi hechicero Silmariat:
Definitivamente me sumerges en tus letras hechizantes, qué excelente forma de hacerlo a través de tus letras. Rico saber de ella a través de tí.
Un abrazo afectuoso!

sábado, junio 03, 2006 7:06:00 a. m.  
Blogger Carmelo Lattassa said...

¡Silma! ¡Silma! Silma!

sábado, junio 03, 2006 10:18:00 a. m.  
Blogger Protheus said...

Caliginoso relato, en tu mejor tradición de decir tanto para terminar sin decir mucho, como buen misterioso.
En fin, la veo como un híbrido entre Mata-Hari y alguno de esos street-magicians.

sábado, junio 03, 2006 7:09:00 p. m.  
Blogger Luunn@ said...

Mi querido Hechicero, tarde, perdida por el laburo, los nietos y con poco tiempo, pero hoy le robo tiempo a mi trabajo si trabajo hasta las 24.00 en un dia sabado, pero bueno es lo que hay, aprovecho de visitarlo y que un dia tranquilo, para leer esas historias maravillosas a las que nos llevas.
Un gran abrazo desde el ultimo lugar del mundo Te kro mucho
Luunna

sábado, junio 03, 2006 9:36:00 p. m.  
Blogger Javier said...

Ciertamente, y ayudado por la foto me recordó a Mata-Hari jajajaja pero leyendo entre líneas veo a muchas mujeres de la época que a a vez eran: glamorosas y salvajes, citadinas y pueblerinas, recatada y sexys, señoriales y populares, todo un personaje, que sin embargo no se vería tan explendidadamente reflejado sin la emoción del escritor.
Que gusto.

lunes, junio 05, 2006 5:01:00 p. m.  
Blogger EBE said...

Hola mi hechicero, no hubo respuesta a los correos y por ello desisto de ese medio para comunicarme con vos...un beso pues, se le extraña mucho

viernes, junio 09, 2006 8:18:00 a. m.  
Blogger sulaco said...

Preciosa la cita:
“Cuando estés solo, con mucho frío, pero mucho frío y no tengas nada ni nadie a tu lado. Verás lo importante que es tener una triste vela como compañía”

Es maravilloso recorrer el mundo encontrando gente así, conociéndolas sabiendo que seguirán su camino. Son flores que recoges, disfrutas y una mañana desaparecen sin dejar rastro, salvo el que queda en tu vida, que durará para siempre.

viernes, junio 09, 2006 6:06:00 p. m.  
Blogger La mae nairo said...

Otro post,otro post, otro post...

Como se escribe un abrazo y un beso venezolano?

Eunice -para otros nairo-

domingo, junio 11, 2006 6:16:00 a. m.  
Blogger Ophir Alviárez said...

Uff...!!

Saluditos,

OA

viernes, junio 16, 2006 7:26:00 a. m.  
Blogger nelsoncisneros said...

Hace algún tiempo te leí y te escribí algo, pero no lo veo publicado, a lo mejor no salió.

La idea es dejarte mi saludo especia y un abrazo en la distancia amigo, esperando que todo te este saliendo muy bien como lo esperas y seguramente lo deseas.

Te tengo guardada una piedra la cual te la voy a publicar. (es la piedra que una vez me regalaste en un escrito a mi correo)

Saludos cordiales y mi admiración.

Nelson

viernes, junio 16, 2006 3:06:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hechicero, deja de comentar por allí y siéntate a escribir...flojo...je,je
Un Besote y 3 abrazos

sábado, junio 17, 2006 1:08:00 p. m.  
Blogger Nostalgia said...

mijo y es que tú abandonaste el blog por ir a recorrerte la Europa completa???????
besos, ah y al Ave también ♥

sábado, junio 17, 2006 8:33:00 p. m.  
Blogger Fedosy Santaella said...

yo tambien he tenido el gusto de concocer gente que es mas gente que la gente.

felicidades 32.

salud

sábado, junio 17, 2006 11:33:00 p. m.  
Blogger greentea said...

He tenido la suerte en conocer a gente maravillosa, esa gente que llega a nuestra vida y con su vara mágica nos transporta a un mundo, a su mundo. Gente que con su risa, con sus lágrimas llenan nuestra vida de otras vidas, las cuales nos serían imposibles vivir, nos muestran otros cielos, otras realidades, otras formas de pensar, de sentir, de ser. Nos traen otros condimentos, otros olores…, y nos hacen mejores.

CADA DIA MELHORES É ISSO QUE DESEJAMOS PARA TODOS

Um beijo para ti.

lunes, junio 19, 2006 1:05:00 p. m.  
Blogger Carmelo Lattassa said...

Pana, otro post, cuentanos de Polonia, anda... te mando un abrazo...

martes, junio 20, 2006 2:04:00 a. m.  
Blogger Perséfone said...

Silmariat,

Un manjar poder detenerme en tu blog de nuevo y encontrarme un retrato tan bien pintado.

Sobre el post anterior: París, hay muchas París y me trajiste la de la nostalgia.

Sobre el anterior a este: Polonia y yo también tenemos nuestra historia.

Me alegra haber vuelto por aquí.

martes, junio 20, 2006 5:50:00 a. m.  
Blogger Menta said...

Vengo buscandote hechicero y aun no vuelves a postear?...ya regresa!

besos

Menta

miércoles, junio 21, 2006 1:41:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué maravillosa es la memoria y el tener el poder de trasmitir tanto sabor a sus lectores. No se en que tiempo ha escrito tanto(jaja sólo al leerlo parece que transitará por largos senderos o me transportara a aquéllas viejas casas de nuestra mantuana Valencia, esas cuyo misterio siempre quise descifrar), sin duda ha válido la pena, siempre quedo reconciliado con la vida al terminar la lectura, y eso que estoy atrasado con "mi tarea" y apenas a esta hora inconveniente de la madrugada(2:19am) vuelvo a encontrarlo. Confieso que he estado perdido, es cierto, los avatares de la vida- son nuestra necesidad de crecer-, será el mismo largo tiempo en que no he vuelto a ver la sonrisa de la hermosa Emperatriz, déle de mi parte un cálido beso desde este lado del Universo y reciba para Usted un gran abrazo desde tu tierra,
Como siempre
Febus
P.D.:Qué bueno que aun tengo mucho que leer de usted, digo esto pues desde Febrero 20, no lo había podido hacer, por diversas razones. Gracias por estos minutos de placer.
Ah hubiera sido grato el conocerlo en su paso por estos lares, ya será oportuno...

miércoles, junio 21, 2006 8:37:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sr. Caballero Febus a nuestra bienamada Emperatriz que todos los dioses protejan, la ocupan las festividades del solscitício, grandes sacrificios y plegarias debe atender para la gloria y protección de su pueblo; supo que Ud. le envío con un emisario la calidéz de un beso, en ese momento al parecer la distrajo el correteo de las perdices, hasta ellas se dirijió su mirada y mandó a detener al primer secretario que sin levantar la cabeza se retiraba del pabellón y le preguntó "Anciano Wey ¿los besos necesitan emisarios?" a lo que él ensimismando mas la mirada le contestó
"No mi señora, los besos son como los territorios por invadir, o se dan o se roban." Hizo salir al Anciano Wey y me ordenó al oido lo siguiente "Dígale al Sr. Febus que es un cobarde".

jueves, junio 22, 2006 1:05:00 a. m.  
Blogger Haller said...

Siempre que vengo hay un libro nuevo que leer. Que maravilla.

Saludos desde allende el océano y la cordillera. Espero que esté recibiendo lo mejor, como lo merece.

jueves, junio 22, 2006 4:43:00 a. m.  
Blogger Jogreg said...

Silma: Después de todo, ella no te quedó debiendo nada. No hacen falta cajas de cintas y cientos de fotos para retratarla, porque incluso creo que el cariño profesado te permitiría contar sus aventuras y escribir un libro hermoso sobre una mujer que vivió mucho, a sus anchas, feliz y sobre todo, auténticamente satisfecha. Una justa combinación entre la memoria y el corazón te permitirán llenar con juticia cualquier espacio vacío, para construir a una mujer que es casi una leyenda.

Finalmente: ¿no ha pasado como mucho tiempo desde que colocaste este último post? Tú sabes que tu legión de fanáticos no podemos andar por ahí desmirriados leyendo otras cosas... siempre nos hace falta una buena dosis de hechizos...

jueves, junio 22, 2006 12:55:00 p. m.  
Blogger nelsoncisneros said...

Hoy paso por aqui y te dejo un saludo, esperando que te encuentres muy bien amigo mio.

Un abrazo cordial

Nelson

jueves, junio 22, 2006 5:05:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Mis disculpas señor mio, creo que aprendo mucho de ver a los pequeños bonsai que como un barrido por los vientos nos enseñan la nobleza de ser pacientes y no querer tener siempre el Universo a los pies. El servicio es un don extraño y delicado cual flor que solo retoña cada cierto tiempo, por eso es tan precioco encontrar bellas palabras que esconden tras de si ejemplos de vida, cuyo drama esencial esta en haber tenido precisamente el valor de haberse atrevido a vivir por encima de todo y todos.
Más que un beso, Usted señor mio se merece un gigantezco gracias desde mi corazón por Ser gentil y proporcionarme unos instantes de sencillo placer, cosa que las digo con sincera admiración, sin uso de emisarios,- no son necesarios y mucho menos lo es cuestionar la calidez de un beso en público, con la intención de querer herir sin necesidad-no había malicia en el saludo y menos en el beso(solo agradecimiento y siento que los asuntos de Palacio lo tengan tan apremiado-quiza a ello se deba tanto silencio, y recuerde que no ha habido conversación o dialogo, solo silencio y mis saludos de un día fueron despachados con un simple "qué bien"-) Por ello me parece impropio este espacio querido y ajeno para tal fin, esta no es mi casa, pero me he sentido gracias a su respuesta como no bienvenido,no puede prohibirme el placer de leer y expresar mis opiniones , seguire aventurandome a estas lineas y creo que si bien es cierto pudiese darle el beso furtivamente o en secreto, preferi enviarlo con cariño - a pesar del silencio precedente- con alguien que se que es su buen amigo.
Pido disculpas al gentil hechicero, no quise usar estas líneas para entablar diatribas que son tan humanas que tienen un espacio muy diferente a este que Usted tan generosamente nos permite compartir. Pido disculpas a Los lectores por mi tonto proceder, quiza si sea el silencio definitivamnete el mejor consejero para muchos casos, y pido disculpas, aunque ya considere que tomo e impartio justicia a laserenissima Emperatriz, recordandole que la falibilidad es humana y que gracias a Dios somos meros humanos y nos falta mucho que aprender, Milady su respuesta puede ser consignada en mis manos-creo que conoce donde puede enviarla directamente-, no tengo ni tendre miedo de dar mis respetos ante la presencia de mil cortes terrenales o celestailes y enfrentarme a cualquier tribunal para decir mi verdad.
Renovadas disculpas.
Como siempre
Febus(sin titulos nobiliarios que me son algo molestos)

sábado, junio 24, 2006 7:35:00 a. m.  
Blogger N.K said...

¡bello ser!¡qué frases las de la recordada-homenajeada!, personas como ella nos alimentan tanto!, en definitiva es una mujer vivió cual brisa...gracias por compartirla con nosotros!

miércoles, julio 05, 2006 7:42:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Con CAriño
A ver si adivinas quien es?
Sé que tú y yo no somos igual
nunca traté de ser como tú
pero llevamos dentro parte del universo
polvo de estrellas en conexión.
Dame tu risa, siente mi alma,
vierte tu llanto sobre mi cara
despierta a la vida, llena la mía
llena de luz.
Nunca sabré qué te hace llorar,
nadie te ha visto, estrella fugaz.
Dime tus miedos, dime tus ansias
qué es lo que escondes
bajo la almohada,
despierta a la vida, llena la mía
llena de luz.
Déjate llevar, déjate llevar
porque hay polvo de estrellas alrededor.
Dime tus miedos, dime tus ansias

miércoles, julio 12, 2006 2:12:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bellas palabras encierran ese poema del Sr. anonimo.
Estoy encantado de hoy entrar un segundo, luego de más de un mes, y disfrutar de la lectura de su blog Sr Hechicero.
Feliz Noche donde sea que este acobijado
Febus

domingo, julio 30, 2006 8:37:00 a. m.  
Blogger parkeramos said...

Brindo contigo. Conocer gente así le da sentido a la vida. Fue un banquete leerte.

jueves, julio 04, 2013 8:59:00 p. m.  

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