2…, por 1.
2…,
La vida pasa, lo sé y en ello no soy nada, pero nada, original. Cada día tenemos la oportunidad en escribir algo en el gran libro de los libros. Podemos hacer lo que queramos en esa página, en esa página única del hoy. Desde un triste o humilde garabato a la novela nunca antes escrita. Podemos poner una mancha del color que más rabia nos dé o pintar el cuadro más hermoso creado por el hombre. Allí también está el pentagrama, de nosotros depende poner las suficientes notas equilibristas, el tempo, las ligaduras, trinos, los acordes y crear el sonido nunca escuchado, el sublime momento de un si bemol perdido en la inmensidad del cosmos o dejar "Ad líbitum" que el sonido crezca. Sentir el trémulo brillo de nuestra existencia y hacerlo eterno. En ello somos libres, tan sólo somos nosotros lo que decidimos que poner, colocar, quitar.
También tenemos la potestad de arrancar esa página, hacer un montoncito de papel y olvidarnos de “ese” día.
Desde hace un tiempo he querido escribir este post. Tengo tiempo dándole larga, pues no sabía cómo poner en palabras lo que la vida me regala, las experiencias que vivo. Lo maravilloso que ha sido compartir con tanta gente maravillosa. Todo lo aprendido, todo lo hermoso que es mirarse en otros ojos y aprender de ellos -Gracias sean dadas, por toda la eternidad, a mi amada y querida Emperatriz China-.
También la vida nos golpea, cuando menos lo esperamos, y hasta en ello debemos estar preparados.
A mis cuatro gatos -Ña Tongolele, creame, yo si tengo SÓLO cuatro gatos- les comenté, durante mi viaje a Venezuela, que me estoy preparando, a éstas alturas de mi vida, a las despedidas. Ya es hora de que objetivamente, y sin pasiones tontas, aceptar que existen personas que se irán de mi fiesta cuando menos me lo espero. Personas que tendrán el mal gusto de marcharse antes que yo.
A Ella la conocí allá por el año 1979. Era la hermana del esposo de una profesora de bachillerato. Una matrona de las de antes. Era todo un personaje y escrutaba todo desde su atalaya medieval. Era la reina de su reino, sus fieles vasallos eran Brito y el Chino. Su dictamen era inapelable en su mundo de papel, reglas, tipos, la temible guillotina del fondo y olor a tinta fresca. Luego, tiempo después, lo fue en su mundo de vidrio, marcos "Maria Luisa", espejos, montones de estampas, cuadros, óleos y cristal. Entré a su casa, a su galería privada de autores valencianos y las envidiables marinas de Cañas. Entré a su casa y me anidé en ella. Descubrí que se encuentra un hogar azul y brillante de la mano de su hija. La hermana que nunca tuve. Hubo Castillos de Hielo, "Toquionesas" que nació un 21 de junio de 1979, bailes en Barbarella, mucho "Amor verdadero" del Colón y su tombón, muchas playas, carnavales, días largos, días cortos, algunos llantos y sonrisas. Siempre sonrisas.
La vida nos entrega, sin preguntarnos ni consultarnos, esas cosas que debes aceptar sin protesta posible. Llegamos y allí están. Un idioma, una patria y hasta una familia. Nosotros, de puro osados, construimos otra familia mientras vivimos, nos llenamos de otras madres, de otros padres, de otros hermanos, tíos, primos, sobrinos. Para redondear la familia que ya de por sí tenemos.
Ella se convirtió en otra madre para mí, esa madre putativa que uno debe conseguir por la vida y te jala las orejas, mejor y/o peor, que nuestra verdadera.
Ella era temible, una virgo por los cuatro costados. Doña Columba y Don Rafael -sus padres, es decir, mis abuelos putativos- temblaban al verla llegar. Era toda una Doña Querre-querre, pero con un corazón más blandito que mantequilla sobre una cachapa recién cocida.
Por Ella -movió cielo y tierra para que yo lo lograra- me encaramé en un escenario y construí un efímero sueño entre luces de colores.
Ella fue el “intléplido voladol” con un par de bolsas de CADA, con sus lentes a lo Jacqueline Kennedy, y su sobrina y su hija y yo muertos de la risa.
Ella y nuestra indigestión de queso fresco. Ella peleando con todo mundo pero al final riéndose con todo el mundo. Ella y el “bienmesabe” más rico del mundo. Ella y sus fotos con el cabello con obeliscos sesentosos y vestidos de bacterias a gogó.
Ella enseñándome a compaginar talonarios de facturas y hacer circulitos con el índice, sobre inmaculadas resmas de papel, para hacerlas, como por encanto, manuables.
Ella y sus montones de historias. Ella y su mirada de águila imperial. Ella y sus tantos tantos. Ella que casi me parió, su hijo es mayor que yo sólo por 7 horas…
Últimamente, cada vez que viajo a Valencia Venezuela, me quedo corto en mi “conferencia de prensa” -así llaman mis amigos a mis viajes, pues yo no voy de vacaciones si no de gira según otros- y me era imposible verla. Mi familia verdadera me toma todo el tiempo y de vaina tengo tiempo en ver a mis amigos.
El jueves pasado fui secuestrado por una amiga común y me llevó a verla. Hacía 5 años que no le veía los ojos ni le escuchaba la voz “in situ” y surtió el milagro. Es increíble cuando el amor verdadero nace entre los iguales.
“Los amores que se tienen en la vida nunca se olvidan…” decía Ilan en aquella canción de los primeros 80’s con toda razón. Allí estábamos, ella y yo, en nuestro particular “memoria y cuenta”, volvimos a reír, a abrazarnos, a recordar momentos, mientras Nini -nuestra mutua amiga, una hija más de ella y una hermana más para mí- y Dolores -su hermana, es decir mi tía- eran casi mudas testigos.
Nos despedimos con la promesa del vernos el próximo mes.
No hubo chance, no va a poder ser. Ella se fue. Ella, Doña Querre-querre se fue de mi fiesta dos días después. Se me fue sin despedirse. Ella genio y figura. Lloré el domingo pasado, no pude ir a rendirle mi cariño…, no me fue posible. Lloré mirando el mar, a la multitud de gaviotas escuchando guarachas y hasta un mambo. Puse música mientras lloraba y me quedé sin voz.
“…volvamos a entender que el amor es el derecho y el deber” a veces somos tan lentos en entender.
Hilda…, qué vaina contigo. Y ahora cómo le vamos hacer? Cuándo volvemos a compartir sonrisas?
Tan sólo se me ocurre volverte a darte gracias. Y pensar que de ello hablamos, de lo inmensamente agradecido que estoy del haber compartido un instante del maravilloso instante que es todos los instantes de una sonrisa. De tu sonrisa.
Gracias por las sonrisas aunque mis ojos aún estén llenitos de húmedos brillitos por tu despedida.
por 1.
Hoy tengo los sentimientos encontrados. La vida, para variar, te da simas y cimas. Ayer se le concedió el Premio Príncipe de Asturias a mi orquesta. Esa que José Antonio soñó allá un día de 1975 y pienso, me es inevitable, en Elida, Florentino, Antonio, Cheo, Matilde, Verónica, Juan Pablo, Izcaray -mi director-, Micaela y su violoncello, Martha, Andrés, Joaquín, Mary Schwarzenberg -esa señora tiene un pacto con el diablo, fue maestra de 4to grado de mi madre, allá en el colegio Peñalver, y está igualita-, mis clases de teoría y solfeo, el do-sol-re-la de mi violoncello –por qué no inventamos un violoncello con trastes…, te acuerdas Elida?-, aquellos endiablados “armónicos falsos”, Micaela con sus dedos sangrando a punta de pizzicatos. Mauricio con sus timbales…, a la maravillosa Morella Muñoz.
Espero que el primo, Dudamel, nos deleite tocando el violín. Será que Pablo Canela aún vive o los guaros son geniales, por algo Barquisimeto es la capital musical de Venezuela.
Si quieren vibrar –aunque, para mi gusto, está un poquitin acelerada- busquen en youtube Danzón Nro 2 de Arturo Márquez interpretada por mi orquesta y sonrían.
Todo lo mejor para Ustedes.
PS: Éste no era el post que tenía preparado, una vez más la vida decide. El próximo es, pretendo, sobre mi intolerancia.
14 Comments:
Se me aguaron los ojos...
Al menos pudiste ver a tu otra mamá dos días antes de su partida.
¿Ya estás de regreso?
Mil besos
Todo lo mejor para tí
Yo también lloro por Hilda... ¿o es por tí que lloro?
Ay! Silmariat, nuestra vida es una nota efimera que suena en el aire. Sólo quien la escucha en el instante que pasa tiene la dicha de recordar.
Todos nos vamos a ir tarde o temprano. Mientras tanto, hay que hacer el camino lo más dignamente posible sembrando para uno y para los demás, alegría, amor, comprensión y ese puñado de valores que el mundo parece haber olvidado.
Amor♥
Al final esa palabra lo resume todo: hay que vivir con amor.
Un beso enorme.
Lo sentí mucho cuando lo supe y ahora lo siento el doble...
De verdad que Dios te dio ese último chancecito para que pudieras abrazarla, estar con ella y estoy segura de que los dos se lo merecían.
La vida... la vida nos sale con cada cosa que de verdad uno no termina de entender y así como te regala momentos y personas maravillosos, también te da una sacudida de vez en cuando. Así como para repensarlo todo.
Te mando un abrazo grande y me voy a escuchar tu canción.
UY!!! Es una belleza!! La escuché dos veces y estoy erizada. Muchas gracias por el regalo.
Un beso.
Uppps..querido hechicero...sibarita y sensible. Hermoso post. Digno homenaje de amor
Se le quiere muchotote
Niña pétalo de rosa
Me has emocionado hasta lo más profundo, un bello post, un recuerdo que es un presente vivo de quienes están de diversas maneras por siempre presentes en nuestras vidas. Mis besos...
Mi querido amigo... he vivido y he llorado con tu homenaje a Hilda. Se despidió de ti dos días antes, a veces no sabemos ver esas señales que Dios nos manda con mensajes hechos de reencuentros. Se despidió de tí, y se llevó tus risas, dejándote las suyas tan vivas y llenas, tan recientes, para que no sufrieras por ella.
La vida es así, así de rara, de loca, de atravesada, con sus momentos y con todo lo que nos hace sentir.
Emociones encontradas, así es la vida, ni más ni menos, y no podemos hacer nada mejor por nuestro bien, que vivirla a plenitud... y como bien dices, con mesura!...o templanza...
Un beso enorme, otro más...
para eso me invitaste a entrar.
para llorar a todo moco.
es que, como Hilda, a mí también se me han ido amores así, tan abruptamente, tan absurdamente...cuando pensaba que el reencuentro sería para siempre...
pero no sé si es peor, reencontrarse para despedirse o no volver a encontrarse más nunca y decirle adiós a un recuerdo un poco desdibujado ya..
en todo caso, bello post.
y una oración para ella.
besos,
una de tus gatos ♥
Hilda y sus sonrisas, esas que persisten, indelebles, que quedan en vos.
Que la tristeza permita ver el amor y la esperanza.
Un abrazo grande, grande.
Alicia
Silmariat,
Vengo con los ojos húmedos, la nariz enrojecida y el alma cargada de emociones a abrazarte en un profundo y cálido silencio que te cuente lo que indescriptible he sentido al recibir tus palabras.
No lo olvidaré... seré como el árbol de cerezos...
Ahora tus leo tus líneas y más aún te abrazo... "emociones encontradas" y las mías se encuentran contigo... Intensamente!
Celeste.
Llegué aquí desde el País de Alicia María, y ¡qué sorpresa tan agradable encontrarte!
¡Bellas palabras para un amor muy especial!
Saludos desde México.
La vida te dejó despedirte de ella...a mi no me lo permitió y lloré como tu cuando tuve que hacerlo.
Por aquí ando, silenciosa y recuperándome...
Un beso
:)
pasando por aca de visita y me encuentro con tantas lecturas atrasadas que lamento no tener mas tiempo para ponerme al dia. Gracias por tus palabras, por tus reflexiones y poe abrinos un espacio de tu vida para concoerte.
Con el corazón en la mano repasé tus letras hoy, en moments donde mi sensibilidad es extrema por el renacer espiritual de mi padre y su abandono por estas coordenadas terrenales.
Nos abrazamos Silmariat, nos abrazamos!
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