CUANDO LA SONRISA LLEGA, CUANDO MENOS LO ESPERAMOS, EN BLANCO Y NEGRO.
Era domingo. El calor en la casa se hacía pastoso, fastidioso. La modorra después del almuerzo tomaba cuerpo, resbalaba por las paredes. El sol había salido tempranito y amenazaba con ocultarse tarde en la noche, ya la luna comenzaba a menguar desde hace una semana.
Al lado de nuestra casa, la hija de nuestra vecina, Nilda, que ya había superado hace algunos años -Dios existe- a “Los Terrícolas” en su duelo perpetuo contra “Los Ángeles Negros”. Ahora nos torturaba con su libérrimas versiones –en su voz- de las canciones de Elio Roca, Nino Bravo, Roberto Carlos, Formula Quinta, Mocedades, Charles Asnavour -arrastrando todas las erres posibles-, con media docena de canciones italianas, Nicola Di Bari y Gabriela Ferry en castellano, y una elevada dosis de boleros de “Los Panchos” dejando a su 3 en 1 completamente afónico.
Por cierto…, se me olvidaba, Leonardo Favio y su “O quizás simplemente le regale una rosa” o “Ding dong son las cosas del amor”. Inevitable…, Verdad Emperatriz?
La casa de la vecina tenía una acústica que bien podría ser la envidia a la Scala de Milán, y la desvoz de Nilda, inspiradísima, se escuchaba en toda nuestra casa y media cuadra, era inevitable no oírla. Tengo una teoría sobre ello, puede ser que las 7 notas huían de ella despavoridas e irremediablemente buscaban algún lugar donde esconderse y por ello entraban en nuestros oídos. Lamento no poder comprobar esa teoría, han pasado algunos años de ello y algunos de los protagonistas ya no están con nosotros, pues quedara como uno de los enigmas de mi vida.
Más de una vez a mi abuelo se le despertaba su instinto asesino, al oírla masacrar canciones impunemente, pero como él era más bueno que un San Antonio, drenaba su furia barriendo nuestro enorme patio cuajado de hojas de su jungla de mangos, caimitos, semerucos, pomarrosas y guanabaneros. En fin, todo esto matizado con un tedio de justicia, en aquel domingo 18 de Julio de 1976.
Mi abuela, la filósofa, miraba al cielo pidiendo paciencia, no quedaba otra que soportar por enésima vez la tortura lírica de la vecina. Y se perdió en su particular jardín botánico lleno de orquídeas y jazmines.
El calor se hizo presente desde hacía unos cinco años. Hacia sólo unos cinco años habíamos estrenado pavimento en nuestras calles, ya no se hacían esos maravillosos lodazales cada vez que al cielo le daba por lavarse, pero para mí perdió encanto ver las calles en plena lluvia y el olor a la tierra mojada ya no era el mismo. Ahora se veían esas lenguas negras por doquier.
Bueno, también debo ser fiel a los hechos. Una vez colocada esa alfombra negra con insoportable olor que aceleraba el calor y los kilometrajes de los autos, el MOP (el otrora Ministerio de Obras Públicas) se dio cuenta que no habían puesto las cloacas. Volvieron para abrirlas.
Era gracioso ver que nuestra urbanización se convertía en un extraño paisaje lunar al abrirle la panza a aquellas líneas negras. Luego al colocar las cloacas, y remendarlas lo mejor posible, vino la CANTV decidiendo colocar las redes telefónicas. La tecnología llegaba por la puerta grande a nuestras vidas. Así que las calles de mi urbanización se transformaron en cicatrices eternas. Rostro con las marcas de un acne juvenil que nunca se curaron. Trópico, divino trópico del “para qué hacer las cosas fáciles, si se pueden hacer difíciles”.
Esa tarde mi abuelo se sentó frente al televisor Philips a blanco y negro, con sus escuálidos cuatro canales, ese raro rey y señor de nuestra sala de estar cercada por persianas y columnas.
Y la vi. Por Dios que la vi.
Aquel día creí en la existencia de las Hadas. El calor, por un momento, se desvaneció por completo. Allí llegó ella, vi una niña volar por unas barras, asimétricas supe después, alcanzando la máxima puntuación por unanimidad de los jueces; de hecho, la pizarra electrónica no estaba programada para tal calificación. Una niña salida de un poemita dulce de Nazoa, lograba tal hazaña mientras recibía la ovación del público. Ese sería el primer 10 de siete que recibía durante los Juegos Olímpicos de Montreal. Comenzaba la leyenda de la niña 10 y mi vida no seria la misma.
La vida es rara, a veces en un momento se te abre el mundo. Puedes pasar miles de veces por la misma esquina y en un instante esa esquina tiene otro significado. Me crié escuchando música académica, viendo los cuadros de mi padre, leyendo a los clásicos, escuchando cantar –bueno, enseñándome como se descanta una aria- a Nilda, amando a la prognatísima Joan Sutherland media vida y sin embargo ese día la vida me enseño otro vestuario. Me volví loco al ver esa niña hacer piruetas en el aire, verla hacer prodigios en blanco y negro. Salí de mi particular Macondo, la oruga al fin salía de sus cuatro paredes para descubrir otro mundo más genuino, más hermoso.
“Viví siglos en mi particular Macondo, hasta que llegó una ráfaga de aire fresco y movió cimientos. Perdí entorno, giré hasta enloquecer, de repente miré claro, todo era igual pero distinto, y como Dios entendí que era yo quién creaba o/y destruía. Sonreí. Ahora estoy recolectando los frutos.”
Por ella, por esa niña descubrí a un Baryshnikov, a un Nurejev, a una Fonteyn, a un Goldstein y su endemoniado violín, a un Casals y su maravilloso violoncello, a un Modigliani y sus ojos negros, a un Rodrigo y su Aranjuez, a una Tebaldi y su magnifica Cio Cio San del 51, a un Menuhin, a un…, a una…
Todo un mundo, miles de horizontes, otros mundos.
Ésta es mi verdad y la comparto con Ustedes.
Ya de ello pronto se cumplen 30 años y, dónde quieras que te encuentres, gracias Nadia Comaneci. Mi niña de Oro, La niña 10.
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Era domingo. El calor en la casa se hacía pastoso, fastidioso. La modorra después del almuerzo tomaba cuerpo, resbalaba por las paredes. El sol había salido tempranito y amenazaba con ocultarse tarde en la noche, ya la luna comenzaba a menguar desde hace una semana.
Al lado de nuestra casa, la hija de nuestra vecina, Nilda, que ya había superado hace algunos años -Dios existe- a “Los Terrícolas” en su duelo perpetuo contra “Los Ángeles Negros”. Ahora nos torturaba con su libérrimas versiones –en su voz- de las canciones de Elio Roca, Nino Bravo, Roberto Carlos, Formula Quinta, Mocedades, Charles Asnavour -arrastrando todas las erres posibles-, con media docena de canciones italianas, Nicola Di Bari y Gabriela Ferry en castellano, y una elevada dosis de boleros de “Los Panchos” dejando a su 3 en 1 completamente afónico.
Por cierto…, se me olvidaba, Leonardo Favio y su “O quizás simplemente le regale una rosa” o “Ding dong son las cosas del amor”. Inevitable…, Verdad Emperatriz?
La casa de la vecina tenía una acústica que bien podría ser la envidia a la Scala de Milán, y la desvoz de Nilda, inspiradísima, se escuchaba en toda nuestra casa y media cuadra, era inevitable no oírla. Tengo una teoría sobre ello, puede ser que las 7 notas huían de ella despavoridas e irremediablemente buscaban algún lugar donde esconderse y por ello entraban en nuestros oídos. Lamento no poder comprobar esa teoría, han pasado algunos años de ello y algunos de los protagonistas ya no están con nosotros, pues quedara como uno de los enigmas de mi vida.
Más de una vez a mi abuelo se le despertaba su instinto asesino, al oírla masacrar canciones impunemente, pero como él era más bueno que un San Antonio, drenaba su furia barriendo nuestro enorme patio cuajado de hojas de su jungla de mangos, caimitos, semerucos, pomarrosas y guanabaneros. En fin, todo esto matizado con un tedio de justicia, en aquel domingo 18 de Julio de 1976.
Mi abuela, la filósofa, miraba al cielo pidiendo paciencia, no quedaba otra que soportar por enésima vez la tortura lírica de la vecina. Y se perdió en su particular jardín botánico lleno de orquídeas y jazmines.
El calor se hizo presente desde hacía unos cinco años. Hacia sólo unos cinco años habíamos estrenado pavimento en nuestras calles, ya no se hacían esos maravillosos lodazales cada vez que al cielo le daba por lavarse, pero para mí perdió encanto ver las calles en plena lluvia y el olor a la tierra mojada ya no era el mismo. Ahora se veían esas lenguas negras por doquier.
Bueno, también debo ser fiel a los hechos. Una vez colocada esa alfombra negra con insoportable olor que aceleraba el calor y los kilometrajes de los autos, el MOP (el otrora Ministerio de Obras Públicas) se dio cuenta que no habían puesto las cloacas. Volvieron para abrirlas.
Era gracioso ver que nuestra urbanización se convertía en un extraño paisaje lunar al abrirle la panza a aquellas líneas negras. Luego al colocar las cloacas, y remendarlas lo mejor posible, vino la CANTV decidiendo colocar las redes telefónicas. La tecnología llegaba por la puerta grande a nuestras vidas. Así que las calles de mi urbanización se transformaron en cicatrices eternas. Rostro con las marcas de un acne juvenil que nunca se curaron. Trópico, divino trópico del “para qué hacer las cosas fáciles, si se pueden hacer difíciles”.
Esa tarde mi abuelo se sentó frente al televisor Philips a blanco y negro, con sus escuálidos cuatro canales, ese raro rey y señor de nuestra sala de estar cercada por persianas y columnas.
Y la vi. Por Dios que la vi.
Aquel día creí en la existencia de las Hadas. El calor, por un momento, se desvaneció por completo. Allí llegó ella, vi una niña volar por unas barras, asimétricas supe después, alcanzando la máxima puntuación por unanimidad de los jueces; de hecho, la pizarra electrónica no estaba programada para tal calificación. Una niña salida de un poemita dulce de Nazoa, lograba tal hazaña mientras recibía la ovación del público. Ese sería el primer 10 de siete que recibía durante los Juegos Olímpicos de Montreal. Comenzaba la leyenda de la niña 10 y mi vida no seria la misma.
La vida es rara, a veces en un momento se te abre el mundo. Puedes pasar miles de veces por la misma esquina y en un instante esa esquina tiene otro significado. Me crié escuchando música académica, viendo los cuadros de mi padre, leyendo a los clásicos, escuchando cantar –bueno, enseñándome como se descanta una aria- a Nilda, amando a la prognatísima Joan Sutherland media vida y sin embargo ese día la vida me enseño otro vestuario. Me volví loco al ver esa niña hacer piruetas en el aire, verla hacer prodigios en blanco y negro. Salí de mi particular Macondo, la oruga al fin salía de sus cuatro paredes para descubrir otro mundo más genuino, más hermoso.
“Viví siglos en mi particular Macondo, hasta que llegó una ráfaga de aire fresco y movió cimientos. Perdí entorno, giré hasta enloquecer, de repente miré claro, todo era igual pero distinto, y como Dios entendí que era yo quién creaba o/y destruía. Sonreí. Ahora estoy recolectando los frutos.”
Por ella, por esa niña descubrí a un Baryshnikov, a un Nurejev, a una Fonteyn, a un Goldstein y su endemoniado violín, a un Casals y su maravilloso violoncello, a un Modigliani y sus ojos negros, a un Rodrigo y su Aranjuez, a una Tebaldi y su magnifica Cio Cio San del 51, a un Menuhin, a un…, a una…
Todo un mundo, miles de horizontes, otros mundos.
Ésta es mi verdad y la comparto con Ustedes.
Ya de ello pronto se cumplen 30 años y, dónde quieras que te encuentres, gracias Nadia Comaneci. Mi niña de Oro, La niña 10.
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26 Comments:
Nadia fué simplemente PERFECTA...
yo tenía 13 años cuando me "enamoré" de ella. También me inspiré mucho en esta chica, sabes? me dió una fiebre insólita por el potro y los ejercicios de piso , hasta que el instructor me sopló frente a todos que con el tamaño de mis lolas no iba a llegar lejos en el mundo de la gimnasia...
hay gente cruel y desagradable pero bueh, me sirvió para destacarme en otros campos..
que bueno que escribiste de ello... y nunca olvides que mientras haya vida hay oportunidad ♥
DEMASIADO BELLO ESTE TEXTO, lo remontas a uno a otra època, como si las palabras fueran de hace muchos años, como si fueran en blanco y negro.
Julio del 76? aún no había cumplido yo 12 años. También admiré a Nadia porque era una diosa, pero chiquitica como uno. pero yo sabía que lo mío no era la gimnasia, no sabía ni hacer la vuelta canela. lo mío era otras cosas: las palabras, las palabras para compensar todo lo demás que no tenía.
hermoso, hermoso texto, te quiero mucho amigo, tú eres un oasis en la red.
Amado Silmariat: Me han dicho que hoy es Miercoles de Ceniza, eso que a veces se parece tanto al pasado, eso que se nos queda en la frente y risueños mostramos desmemoriados sin darnos cuenta. Jano como Nadia tambien de reojo mira hacia atrás. Quiza como tu ahora buscando un rastro tantas veces emulado, rutina con esferas celestes, cintas de tiempo, tirabuzones de anhelos, un salto mortal que nos ha hecho trizas tantas veces y que...aún sin medallas no dejaremos de intentar.
Gracias.
Uff cuando contas cosas como esta, me doy cuenta cuan grande estoy, recien este año Nadia pudo ser madre hederara su hija su destreza, esperemos y me emociono la noticia, era genio,realmente verla era una maravilla quedabas embelesado, creo que fue la unica vez que vi los JUEGOS OLIMPICOS, tengo que reconocer que el DEPORTE no es mi materia favorita, prefiero la literatura, la musica,pero esa fue la unica vez que me quede viendo todo su rutina, eran otros tiempos la tecnologia distaba mucho de ser la de ahora, me encanta cuando contas esto de tu casa paterna, y hablas de los cuatro canales que habian en ese tiempo, yo me acuerdo tb de esa epoca, me haces retroceder en el tiempo y acordarme de las series de ese tiempo..
Pasando a otra cosa, como dicen aca hoy es Miercoles de Ceniza en otros tiempos cuando yo era chica, todo esto de las celebraciones religiosas se cumplian con mucho respeto, me acuerdo que para la SEMANA SANTA, se cubrian todos los santos con paños morados, quien tendra la culpa que se haya perdido el respeto y la solemnidad que tienen estas fechas...nosotros o la iglesia? queda abierta la pregunta
Un agrado leerte como siempre,un abrazo de mi incipiento otoño hasta tu
continente
Luunna
Si q escribes bien las anecdotas tu!
La memoria no me da para tanto, pero quedo para la historia la Comaneci.
Hermoso e íntimo....gracias mi hechicero; gracias mil por TODO
Genial, silma.
gran texto.
cómo pasas del acné del asfalto a la perfección del 10
de macondo, la nada, a rusia, de nadia.
Ya veo bajo qué hechizos has caído.. los develas post a post
silma, wow, me trajiste a la nadia comaneci a la memoria. yo tambien la amaba. ademas de perfecta era encantadora. en su caso, la gimnasia no era un derroche tecnico sino una libertad que solo se consiguia con la tecnica. Se que de grande no la paso tan bien: politica,maridos abusivos, tragedias, etc. se encargaron de atormentarla por un tiempito.
Se que ahora esta en Oklahoma, y le esta yendo muy bien ( bueno, todo lo bien que le puede estar yendo a alguien en Oklahoma!)y esta de nuevo ocupada en la gimnasia. Entrena ninos, tiene una fundacion para ayudar a los deportistas rumanos y algo asi como un gimnasio.
Me gusto leer tu post y compartir el asombro y la maravilla de la Comanecci.
Las barras asimetricas...ah!
Impresionante tu descripción de la escena, casi que me sentí ahí. Me hiciste recordar mi visita a Madrid, me hospedaba en casa de un amigo, era junio, moríamos de calor yo estaba resfriada y no podíamos poner el aire acondicionado. La vecina del departamento contiguo se le había dado por cantar zarzuelas... Ahí no había en donde esconderse, jejeje.
De Nadia, el recuerdo de una grande en envase pequeño.
Saluditos para ud..
Deje una receta Fàcil en el blog ..Que la disfrute..!
Besos Namasté ♥
He intentado comentarte varias vece, mago, sobre estas letras tuyas que hacen piruetas tangenciales, asimétricas, de nadias, de delfines, pero blogspot conspira...
Qué bella hilación de textos, qué buena recreación! Me hiciste recordar al señor Pancho de mi cuadra. Cada vez que me veía pegando brincos por San José del Ávila me decía "aprovecha esa energía como Nadia Comaneci". Yo no sabía ni entendía de Nadias, hasta que mi mami me lo explicó en ese idioma en que nos explican todo a los niños.
Algún día simulé crecer y me fui enterando mejor del asunto, nunca de la manera tan sentida como me lo hizo vivir tu post...
Te abrazo, hechicero de las letras!
Hay una biografía de Nadia Comaneci, de Grijalbo, creo (no tan sabrosa como este post tuyo, poético y ensoñador). Desearía no haberla leído. Me hizo "aterrizar", viendo con otros ojos a ese milagro rumano.
Se ha casado 2 veces. Vive en USA, donde tiene una fundación para gimnastas.
Felicitaciones por ese post genial.
Silmariat pasando por tu casa, para desearte un muy lindo fin de semana
Un abrazo cariñoso para vos
Luunna
Pues curioso tu blog tengo que profundizar mas en el. Si tienes un rato perdido pasate por el mio igual te gusta
Hola hechicero, quién sabe si tú estás haciendo con nosotros lo que Nadia hizo contigo. Ella nunca supo de ti y a lo mejor dentro de unas décadas estemos recordando el blog de un hechicero que nos cambió la vida. Ten cuidado, puedes estar contribuyendo a la magia de otros.
Gracias mil
Hermoso relato para describirnos la perfección de la gimnasia y la belleza de la danza. Abrazos.
¿Sabes? Me quedaría todo el día en tu página leyendote y mirando las fotos, esta hermoso tu blog.
http://arlenedosyalguncamino.blogspot.com/
Magníficas letras, magníficas.
Pues en esta larga y angosta faja del cono sur también hay MOP, y también abren las calles una y otra vez. Nuestro mejor cómico dice que esta es una tierra bendita para el humor por que aquí suelen pasar un montón de cosas de comedia (ridículas de no creer) y también hay una frase parecida a lo de hacer lo fácil, difícil. "Para qué hacer las cosas bien, si se pueden hacer como la mierda?". Somos un país muy mal "hablado" también.
De Nadia, nada. Apenas tenía yo 9 meses.
Saludos.
Silmariat, solo pase a desearte buena semana.
Postea pronto!!!
Abrazo.
Silmariat que sorpresa, pudo dejar un comentario, buenisimo, espero que tenga una excelente semana
Un abrazo de osa para vos
Luunna
Muy Feliz Amanecer deje un post para ud en mi diario espero que le agrade
Besos Namasté ♥
Hola Hechicero:
Te invito a que des una vuelta por una nueva perpetración de quien te escribe y sus amigos.
Se llama: Taller los hermanos Chang. C.A.
www.hermanoschang.blogspot.com
Saludos y gracias
Fe'dosy
Hola
Gracias por la receta esta de un Bueno la hice la estoy degustando le deje mensajitoo
Besos Namasté ♥
Gracias pot traer a Nadia (Nadie como ella)al presente de la memoria. Extraordinaria bailarina, más que atleta que hizo de la gimnasia un arte de depuradas formas....
Hola a todos.. De verdad que lindo lo que escriben, yo tambien siento algo inmenso por ella.. Es mi idolo, desde que tengo uso de razon mi papa me hablaba de ella..
Tengo la pelicula de su historia, pero como comprenderan esta en BETAMAX =S y la quise pasar a DVD pero la cinta esta tan vieja que no la pueden transformar.. Me gustaria mucho volverla a ver.. Si alguno de uds sabe donde encontrarla porfa escribanme.. Mi correo es christy.2010@hotmail.com..
Gracias a uds por escribir tan lindo y gracias a ella por ser lo que es!
que belleza de recuerdos compartidos... me transportaste a otra realidad anterior, en cierto modo tambien compartida, contandolo todo de una manera tan sencilla y sentida al mismo tiempo. muchisimas gracias por regalarme este buen rato; espero leerte pronto de nuevo.
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