Ella, ella la antigua comunista, hoy famosa periodista y profesora universitaria de culto, una maravillosa y elegante mujer con cabello perfectamente peinado, a la moda, vive en una casa de diseño con sus dos rottweiler, orejas recortadas. Ella rodeada de cualquier cantidad de alarmas, cámaras de video y caseta policial, ella completamente protegida y cuando se le pregunta el por qué de tanta paranoia responde entre jocosa y digna: “El hombre nuevo, aquel que vislumbraba Lenin, se ha demorado. El mundo está lleno de maleante, cosa que es lamentable”.
Ella, un domingo cualquiera, saldrá a pasear por la ciudad, en la parte civilizada de la misma, claro está. Ella irá acompañada por su esposo, el ejecutivo de no-sé-cuántas-compañías, de su hijo, que está de sus cortísimas vacaciones de su master en economía, y de su niña, aún sin saber qué estudiar –Estudios Internacionales en Ginebra o Historia del Arte en Florencia-.
Después, los cuatros, bellos, perfectos y felices irán a visitar a unos de sus similares, quizás a algún museo o a un concierto en la placida mañana dominical. La idea es comer tarde y sin prisas, total es domingo y el día es casi perfecto.
Ya con tiempo llegarán a un restaurant con terraza, digamos que en Caracas. En el Ávila el sol hace cabriolas de color, el día está divino, la vida es hermosa, la vida es perfecta.
Volverán a su casa, los niños se irán con sus amigos. La modorra dominical la llevará, a Ella, dormitar al lado de su piscina mientras su esposo dejará pasar la mirada sobre un libro, pensando –como si tal cosa- sobre el próximo proyecto con el gobierno. Proyecto del que espera sacar una sustanciosa tajada que coronará definitivamente su espléndida madurez. Entre tanto Verdi, como un murmullo, mece las ramas de los árboles. No hace mucho, Él, salió indemne de tres casos de corrupción, claro eso era cuando era de la oposición. Pecados, todos ellos, absolutamente olvidables, completamente veniales. Su nuevo status borra todo. Además, pensándolo un poco, mientras apuraba su scotch con dos cubitos de hielo media tarde, "el sol tiene manchas y brilla tan campante". Mejor es no recordar ni meditar, ahora no. Sencillamente Él ha evolucionado, eso es todo.
Algo en Ella ha cambiado, algo. Su mirada es distinta. Hace tres días tuvo un encuentro inesperado que le devolvió todo su pasado a la memoria.
Estaba buscando un libro, entró por casualidad a la biblioteca de la Universidad y allí le vió. Joaquín, qué de tiempo sin verte. Joaquín, el soñador. Joaquín, el come candela. Joaquín, su primer novio novio. Le vió y sólo pudo decirle un antiséptico “Hola, cómo estás”, tan justo como para evitar romper encofrados.
Bueno, en verdad se evaluaron con cierto pudor, se analizaron intensamente, tan intensamente como son unos cuantos segundos el fondo de la mirada y después rompieron ese absurdo silencio y se fueron a compartir. “Te apetece un café” dijo Joaquín con su toque catalán y recordando, cuando se burlaba de ella, por su acento cantadito, de chilena recién llegada, escapando de Augusto. Cómo para el tiempo, no?
Los años dejaron su huella cada uno a su manera. Con ella fue generoso, su rostro conservaba un brillo juvenil –las cremas hacen su milagro-. Joaquín, como siempre, perdido apoyando causas perdidas en algún lugar del mapa. "No me he casado", dijo Joaquín. "Yo tengo dos niños preciosos", dijo Ella. El café abrió puertas, entre jocosos y melancólicos, recordaron los viejos tiempos, su amor allá en la selva cuando Joaquín aún no era médico y ella era secretaria de la federación de estudiantes. Aquel viaje a Centroamérica cuando creían cambiar al mundo, la caída de tantos sueños, las luchas sociales, sus marchas y todo lo que vino después hasta que cada uno se fue por su lado. De pronto y con dolor, guardaron silencio, ya no tenían nada que decirse, que contarse, en la sonrisa congelada percibían la larga e infranqueable distancia que les separaba.
Joaquín regresaba, en pocos días, a quemarse bajo el sol inclemente de África perdido en causas perdidas. Ella se perdería en la universidad, escribiendo libros que nadie lee pero que todos compran, en su casa de diseño y premio nacional, en uno de los dedos que rodeaban a la ciudad. Ella juez y parte de su exquisito mundo académico y tés a media tarde, ella la Señora de fulano de tal con tus toneladas de apellidos. Ella se diluía, ese domingo, mientras veía, allá abajo al lado de la piscina, cerca del área de las barbacoas, en el cuidado jardín de bromelias a uno del personal de servicio darle comida a los perros y ellos, los perros, lo agradecían, como sólo los perros muy peligrosos saben hacerlo.
Todo lo mejor para Ustedes.
NOTA: Doña Tongolele
Ahora, entre los blog, hay uno que no podría clasificar. Rompe esquemas, más que un blog parece una revista que se puede encontrar de todo todo. En él se encierra todo lo que yo podría definir como una bitácora, nada en él es desperdicio.
PS: Les pido disculpas a los que me leen por no visitarles. Aquello de "uno dispone y...", existe. Sé que me estoy perdiendo muchas cosas buenas. Señor RomRod …, es todo un honor. Señora Coqueta es lo que hay.
21 Comments:
Silmariat no hay forma de irse de aquí sin la sensación de estar despidiéndose sin querer despedirse. A lo mejor como esos anónimos de la foto o como esos que un día, alguna vez, tuvieron algo que les unía a fondo.
Soy como esos perros agradecidos.
Y ésta es mi comida.
Deja de dorarme la píldora y escribe, que ha pasado CASI UN MES desde la vez anterior.
Mi ego no crece porque ya es elefantiásico, es lo triste de haber alcanzado la perfección tan de niño, ya no hay metas que romper ni leyendas urbanas que derribar.
Muy buena la historia. Ahora habrá que esperar hasta mediados o finales de agosto para volver a leer otra ....
Vale la pena esperarte...y, (muchos y muchas estarán de acuerdo conmigo), regañarte, y darte caña para que escribas...(de una puñetera vez!!!)
fantastique!
muas y remuas
La foto es muy buena.
Ahora esperamos la historia.
Mordáz su anecdota, previsible en casi toda America Latina, que no en Venezuela, por ahora. A la izquierda venezolana aún le falta por enriquecerse, sí aún mas, para poder dormitar sin culpas o sin estertores de música popular, al lado de una piscina. Se demora en ser de la izquierda exquisita. Muack
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cuando me encuentro a personas, me gusta preguntarles sobre mi a través de sus palabras, ello me reconforta, siento que me reconstruyo y por demás, me dá gusto que tengan un buen imaginario de mi…
Sin duda es triste mirar atrás, y darse cuenta de las muchas posibilidades que pudieron ser, pero aún sabiendo que es dicción tu historia, en cierta forma tus personajes son afortunados, porque tienen algo que recordar, incluso si ese recuerdo hubiera sido malo.
A veces veo a personas que pierden su mirada a través de las ventanas y me imagino que están pensando en sexo o dinero…
Bien lo dices tu, una historia imperfecta, pero que bueno que sea así la vida.
Un abrazo.
Bonita la foto, bonita la historia. No hay prisa si el resultado es otra como esta. :)
Saludos.
No sabes cuanto se me parece esta Ella a mi amiga MC....
seguro que no la conoces?
........
Imposible no nombrarte entre mis favoritos. Ya ves, lo bueno se hace esperar y cada post tuyo es una pausa feliz en esta loca carrera diaria por el "pan de cada dia"....
besos siempre ♥
(Conque Doña Tongolele, eh? vamos a tener bronca muy pronto :-))
Mi querido amigo, que gran post...lleva a reflexionar, no sé hasta que punto sobre la parte política e ideológica, sino además sobre aquellos cambios sufridos con los años que dejan a los antiguos luchadores huérfanos de ganas e ímpetu.
Nota: Luchador por una causa, como dice la canción "buena o mala pero mía...tan humana como la contradicción"
Como siempre, esta historia me llevó a ese lugar, a estar con esas personas y a imaginar su vida, sus imperfecciones, sus vacíos, sus derrotas....
Por eso, y mucho más es que ese premio lo tienes más que merecido Silma!!
Un abrazo!!
Querido amigo
Como siempre, espectacular el post.
Se te echa mucho de menos, lo sabes y sé que haces hasta lo indecible por mantener el blog en esta época de trabajo, por ello sólo puedo decirte gracias.
Gracias por seguir dándonos tu visión poética de la vida, incluso de la ajena, que haces tuya.
Gracias por seguir posteando.
Gracias por ser y por estar.
UN BESAZOOOOOO
Una historia que deja un sabor agridulce, es mejor no mirar atrás. Presente y hacia adelante.
Imperfecta historia que se ve reflejada en muchas historias imperfectas.
Un abrazo alegre y saludable para tí!
La comunista de tu cuento, sólo se cuidó de no repetir la historia de Rosa de Luxemburgo.
Un Abrazo,
CV
Las contradicciones del ser y las miserias de la política, con el aroma de la ambición: plasmado aquí, y con las dosis de nostalgia que no escapan a tu sensibilidad.
Mi abrazo, Hechicero, qué bueno verte.
Y yo que encontré estupenda la foto.
Un abrazo amigo vinero, operático y aldemárico.
AAB
Mi querido hechicero, como se que en los cuentos siempre hay algo de verdad me quedo con la duda quien sera la chilena comunista exiliada, venida a burguesa que vive en Caracas?(tarea pendiente para averiguar) lo tuyo como siempre una exquisitez.
Un abrazo grande desde el ultimo lugar del mundo.
Luunna
Hechicero, pasaba a saludarte. Mucho tiempo sin ingresar a tus espacios...
Un abrazo cordial desde un frío día invernal!
Qué buen post!!!
Mi hechicero favorito:
En estos días que ayudaba al poeta a mudarse, mientras terminábamos de recoger las últimas cosas (que siempre son más de las que somos capaces de calcular) recordé a una gran amiga de mi mamá, así, como el personaje: periodista y psicóloga, chilena, de izquierda, culta y con el mundo devastado a sus 34 años de edad, cuando huyó hasta de los recuerdos buenos porque todo se lo arrebataron.
La recordé porque al llegar a Venezuela, fueron varios los que la recibieron entre abrazos y consuelos, y fueron "donándole" algunos objetos y enseres para que arrancase con algo más de cero una vida aquí.
No pasó mucho tiempo para que se estabilizara y alcanzara buena y sólida expansión en su mundo laboral, en su cuenta bancaria; pero siempre, siempre que tenía una fiesta importante, siempre que era anfitriona de otros, lo primero que colocaba en la mesa eran esos objetos que le habían obsequiado: un plato de peltre y otro de porcelana, unos cucharones de madera y unas vasijitas de barro. Y cuando se mudaba, era esto también lo primero que embalaba, la caja que más cuidaba pues allí reposaban sus esperanzas de hacer vida a pesar de tanta tristeza y tantas muertes inolvidables cuando era una adulta muy joven.
En la cocina terminando un café le pregunté al poeta ¿cuál caja cuidarías con mayor esmero? Y el sonrió: la que tú elijas para llevarte.
Toda despedida es la promesa de volver a vernos ¿no?
Un abrazo grande,
Espero que lo que dice Naky al final de su comentario sea cierto.
No quiero hablar de despedidas... hoy me duelen mucho.
Mis saludos.
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