jueves, septiembre 08, 2005

"Lo que muchos, de nosotros, hemos pensado, alguna vez, de ellas"
...Para Edén, con todo mi cariño.
El modelo se ha ido complicando con el ensimismamiento de las prospectivas Yolandas, Omairas, Susanas, Elenas –sin H-, Lucías, Inmaculadas, Noelias, Eugenias y sus añadidas variables: La divorciada espinosa, la criptofeminista, la que salda su querella de años con el último amante ensañándose con el incauto que se atreve a cortejarla, la que lleva en la frente un rotulo de neón intermitente que reza "es que ustedes los hombres no quieren comprometerse", la lacaniana que te espeta que si fumas habanos es porque tienes una pulsión falocéntrica, las que no entienden nada de béisbol, las que afirman que saben todo del béisbol pero preguntan sin pudor alguno para qué equipo juega el señor vestido de negro que está detrás del catcher, las que al tercer whisky comienzan a contarte lo bien que les ha ido en el curso de autoconocimiento e insight, las entusiastas de la aromaterapia, las que se quedan mirando tus discos y preguntan si no tendrás uno de Richard Clayderman, las que exhalan "a mí me puede matar Mario Benedetti", las que dicen "a nivel de piel", la madre soltera, que trabaja, cría morochos, está "sacando el doctorado", escribiendo un libro y quiere y puede bailar hasta la seis de la mañana después de bajarse dos canequitas de Pampero Aniversario, las que creen que la lecitina de soya es lipotrópica, las que ante el fiasco eréctil de la primera vez se muestran inicialmente comprensivas y te dicen que no te enrolles, que a cualquiera le pasa, es natural, suele pasar, es la emoción, relájate, ya habrá ocasión. Y media hora más tarde te preguntan tersamente si no has pensado "hacerte ver eso" con un sexólogo. Las que piden "un sambuquita" las yin, las yang, las que creen que la metafísica es una doctrina formulada por una vidente italiana llamada Connie Méndez, las que no soportan a Isabel Allende, las que sólo leen a Isabel Allende. Y todas, absolutamente todas, indescifrables para mí, como pitchers zurdos de grandes ligas.

Artículo publicado por Ibsen Martínez en „El Nacional“

3 Comments:

Blogger Protheus said...

Si hay algo decadente, lo es la foto que reposa a los pies (en las patas, diría yo) del artículo de Ibsen Martínez. Veo que las promesas se hicieron para romperse; lo absurdo no soporta el peso de la lógica, así hayamos hecho un juramento por lo primero.
Ya había comentado ese artículo, el cual pensé de entrada, lo habías escrito tú. Y mira que tengo unos... treinta años? leyéndote.

jueves, septiembre 08, 2005 2:24:00 p. m.  
Blogger Silmariat, "El Antiguo Hechicero" said...

Aclaratoria: Sé lo que digo, escribo y suelo cumplir mi palabra.
Nuestra Señora Edén del Vainero Psicosocial me prometió dar su opinión sobre el texto de Ibsen Martínez en cuanto volviera. En un ataque de limpieza interior, lo borré, mas la Nuestra Señora Edén del Vainero Psicosocial, como toda dama, al regresar, vino a mi esquina a cumplir su palabra –letra en este caso- y no encontró el blog.
“Otro tema, por cierto, no he encontrado tu post sobre el artículo de Ibsen... ¿a dónde se ha ido?”
Yo, que suelo ser también un caballero lo vuelvo a publicar -me interesa muchísimo sus comentarios- y con una foto -algo fuera de tono, lo acepto- que otra amiga me pidió que colocar.
Aclarado?

Todo lo mejor para ti.

jueves, septiembre 08, 2005 3:40:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Apreciado Amigo: Después de pensar, hablarme, meditar, actuar...y luego de un desdoblamiento de personalidad e identidad sólo comparable a la película de ficción más futurista y descabellada filmada en el país de Oz...regreso a mi casa, con mis amigos de siempre (mis enlaces)

jueves, septiembre 08, 2005 10:56:00 p. m.  

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