Las flores, las calles, la música...
Las flores...
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El ramo no paso desapercibido por las chismosas de la cuadra y el rumor corrió como una ola por toda la urbanización…, eran el tiempo del radio bemba, a años luz de los celulares, internet y esas cosas tecnológicas.
Volvamos pues si no me pierdo. Decía que mis ojos bostezaron al ver semejante engendro en el medio de la sala. Era un algo de locos, más impresionante que los ojos de Boris Karloff o la voz de Laura Bacall, que ya es un decir. Allí estaba frente a mí los grandes 36 tallos de Aves del Paraíso (Strelitzia reginae), inmensas e innumerables hojas verdes como follaje y conchas -cortezas para los del cono sur- de coco en su base. Formando todo, en su conjunto, un impresionante abanico casi sevillano. En el medio de esa selva tropical una minúscula tarjeta con la nota, escrita a mano, con un “Me aceptas?” y firmándola una solitaria "C".
Después llegó Chucho Avellanet, una semana después, con sus “Mil violines” a puntualizar, si es que ello era posible, el amor de "C" a "M".
Y hubo boda…, y yo durmiéndome, esa interminable noche, buscando, entre un eterno bosque de piernas danzantes, las piernas de mi madre.
Las calles.
Madrid se viste de luz ésta madrugada del martes 15 de septiembre de 2009. El viento frío recorre la Gran Vía mientras yo la camino en completa soledad. Un río constante de taxis blancos va de un lado a otro. Algunos peatones entre sus aceras. Veo señoras, de cierta edad, que se esconden tras los cartones que H&M dejó en una esquina. Más allá África, vestida de ganchillo barato, hace la “puta calle”. Señores me invitan a ver “lindas chicas” mientras me regalan un trago con un pase de cortesía. "Adios Madrid...", canta Elisa en mi memoria. Verdad Kariño?
Desde la ventana de mi hotel, veo llegar al SAMUR para llevarse a un pobre borracho rumano. Otras Áfricas, en minifalda y desafiando la noche, hacen otra versión de “La puta calle”. Un guardia jurado, al otro lado de la avenida, abre la puerta y deja entrar a un hombre furtivamente…, nos minutos después le veo salir cerrándose la cremallera del pantalón y marcharse tan furtivamente como entró. Al mismo tiempo, divinos husos horarios, llamo a una amiga para ver cómo le soluciono un problemita con su boda
La música.
Volvamos a unas tres horas antes…, salí del cine. Entré a comprarme un “agua mineral natural gasocarbónica” -rica em minerais gás 100% natural- y antes de irme al hotel me fui a caminar, a ver vidrieras de tiendas cerradas, maravillarme más -si eso es posible- con las cúpulas toda rococosas de la Gran Vía madrileña, haciéndome mi propio video musical mientras escuchaba su música. Me siento un derviche mental perdiéndome entre sus fugas, sus cornos, sus cuerdas..., mientras Madrid duerme o pretende dormir.
Flores…, las flores tiene, para mí, un significado de vida. No suelo relacionar flores con cementerio o funerales. Generalmente las tumbas frías se llenan de ellas cada vez que se cumple un año más de las partidas. Las flores son vida y en la vida se regala sonrisa. Aunque a veces esa sonrisa, vestida de flores, se riegue con las mejores de nuestras lágrimas. Y me pregunto: será que llenamos de flores y homenajes tardíos lo que fuimos incapaces de dar en la vida a los que decimos querer?
Calles…, miles de pasos por caminar y caminados. Millones de latidos tras esos pasos. Latidos que como ritmo primigenio nos marca la pauta de una música eterna. Con sus garitos, con sus esquinas, con sus faroles, con sus alcantarillas, con sus burdeles, con sus canciones de risa y llanto. Con sus pianos desafinados, con su humo, con sus aceras lavadas con el vano deseo de llevarse las soledades, con su halito de alcohol barato o muy caro. Lentejuelas sin brillo y mirada triste de puta vieja. Calles que traen, calles que llevan.
Música…, se pueden imaginar la vida sin música?
Hoy hace 2 años que Aldemaro tuvo el mal gusto de dejarnos. Me imagino que algunos lo recordaran de tantas formas como amantes de la música existen. Algunos llorarán, algunos suspiraran tomando un whisquisito, fumándose un cigarrillo, mirando lejos tal vez, otros guardaran silencio, otros tomando agua mineral natural gasocarbónica…
Aldemaro…, qué vaina contigo!!!
Todo lo mejor para Ustedes.
NOTA: La música de Aldemaro tiene un no-sé-qué que se crece al ser interpretada en vivo y directo. Parece que la energía de su música irradia a los músicos
10 Comments:
..."será que llenamos de flores y homenajes tardíos lo que fuimos incapaces de dar en la vida a los que decimos querer?"
No sólo tu abuelita era filósofa.
Esta frase se las trae.
De acuerdo contigo:
Flores + música = VIDA
Besito (todo lo mejor para ti) ♥
Ay... y yo aquí leyéndote y dejándome llevar por la música y las imágenes que pintas... ese ramo de Aves del Paraíso lo vi aquí clarito frente de mí.
Un abrazote!
Para mi las flores también son especiales, las relaciono con la alegría, con la vida con el amor, no con la muerte...
Un beso querido hechicero!
Amigo la vida sin música para mí es un camino sombrío... Al igual que las flores no las relaciono con los muertos, son síntomas de vida y alegría. Por eso cuando muera.. ruego no envíen flores, me las envíen en vida cuanod las pueda ver y disfrutar, muerta no puedo...
Seguro que Aldemaro está amenizando el cielo donde está con su música!! MIentras haya gente que le recuerde ... estará vivo!
Te dejo un abrazo!!
Mi Querido Diego
Y yo me pregunto ¿Que hacías en completa soledad paseando por Madrid? Tu que eres 5 en uno, por lo menos.....
Todo un lujo tus recuerdos de "Radio Bemba", maravillosos.
Un abrazo desde Tenerife.
La esposa del canario de Grandes Ojos.
Sí, la Gran Vía es así... siempre estuvo a punto de convertirse en Broadway pero con la venta del Palacio de la Música, pronto será solo una zona de grandes almacenes... o algo así... Ya sabes que me sé los secreticos de esta zona y lo que cuentas suena a esa visión de ir en tránsito...
Aquí refresca y yo para variar ya me puse triste... planeo hacerme el Camino del norte e ir en bici bordenado la costa.
Diego, se me perdió Venezuela... Chucho Avellanet es un recuerdo de la infancia y mira que mamá lo ponía una y otra vez... Eso decía, que se me perdió el país y no sé cómo volver a encontrarlo... De aldemaro recuerdo muchas cosas... pero lo primero que me vino a la mente fue una entrevista en Orangel y los doce del signo... programa oráculo de las elecciones venezolanas... y dijo que no hacía nada de ejercicio, que odiaba el deporte y desde entonces no volví a prestarle atención salvo para la música...
Un abrazo amigo... nos vemos por aquí.
Hoy 15 de septiembre, en México, celebramos 199 años del inicio de la revolución de independencia. Todo se viste de verde blanco y rojo, los colores de nuestra bandera. Y las flores, rojas y blancas no pueden faltar...
Saludos desde México.
Que tal amigo, veo que dispuesto a no dejar tan "abandonado" el blog, eso es es importante. En referencia a tu escrito, puede que suene muy objetivo,(de hecho es una de mis razones de vida), compartiendo que la flores, muy particularmente, son la mas bella expresion de lo que sentimos o a lo que amamos, mas sin embargo, e aqui mi diferir, en el aciago y triste momento de la partida, son el marco, el decoro, la sublime presencia de la belleza aun en un momento tan sombrio; pues en una u otra circunstancia, no pierde su valor, ni su esencia, sino que se festeja cuando las hacemos parte de la vida, y son el dulce consuelo de lo bella que es esta a pesar de la partida.
Un abrazo y mis saludos a Rene
"Adios Madrid" tocaste mi punto débil y lo sabes.
Mi banda sonora de Aldemaro comenzó con un escándalo "de repente" que traía un aguinaldo o "una gaita bien sabrosa" y de allí en adelante cada momento de mi vida tiene una nota de Aldemaro, tan transcendental e inolvidable como Madrid....
Besos
;)
Amigo 'el antiguo hechicero' o Diego como prefieras... Me parece que tu talento y sensibilidad son fascinantes... por lo que te sugiero (pedante llego a ser en ocasiones) prosigas dedicándote a aquesto de la escritura (sencillamente 'pasmante')...
Implícate más aún si cabe...
Tus referencias a Radio Bemba, los derviches, flores, música (gran MÚSICA), la gran vía madrileña y sus contrastes ('la puta calle'), +cosas, +cosas, +COSAS...
Un beso amigo...
PS deseo/amos (Helia y yo) que en algún momento podamos reencontrarnos, quién sabe, tal vez, para tomarnos la foto que omiimos anoche...
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