La vida ha sido generosa conmigo, tuve la gran suerte en compartir, los primeros 13 años de mi vida, al lado de un ser increíble. Un ser capaz de llenar de magia su entorno a su sola presencia. Tenía la sonrisa más dulce la cual he sido testigo. Nunca la escuché cantar, pero tenía el raro don de hacerlo con la mirada.
Caminaba entre sus matas, en su particular jardín botánico, lleno de embriagador perfume de jazmines en flor, y se me parecía a una Hada entre orquídeas multicolores.
Está en mi presente, la recuerdo y mi forma de ser, de pensar en gran parte se la debo a ella. Cada vez que la vida me pone en una encrucijada me dejo llevar por sus consejos, que atesoro en algún lugar de mi alma, y casi siempre tiene la razón.
Recuerdo verla entrar en la cocina, todo un rito mágico, telúrico, para cocinar como sólo una abuela puede hacerlo. Su jalea de mango ha sido única así como su dulce de lechosa, él de coco y piña. A ella le debo mi plato preferido: Arroz blanco, tajadas de plátano y un par de huevos fritos.
Mi abuela, “LA FILÓSOFA”, un increíble ser que conjugaba en ella todos los personajes descritos por todos los autores del mundo. Humana hasta más no poder, orgullosa de su vida y de su historia.
La que lavaba siempre su hermoso cabello gris con jabón azul, que jamás tuvo caspa, lo tenía increíblemente hermoso y se lo dejaba peinar con la brisa a media tarde. La que escuchaba sus radionovelas en Radio Rumbos y sufría con Doris Wells o Marina Baura en la telenovela de turno.
La que hacía flores con sus manos maravillosas y que, como por encanto, tenían olor propio. La que tejía madrugadas, colaba café, hacía arepas en budare y unas cachapas de gloria.
Mi abuela, “LA FILÓSOFA”, un increíble ser que conjugaba en ella todos los personajes descritos por todos los autores del mundo. Humana hasta más no poder, orgullosa de su vida y de su historia.
La que lavaba siempre su hermoso cabello gris con jabón azul, que jamás tuvo caspa, lo tenía increíblemente hermoso y se lo dejaba peinar con la brisa a media tarde. La que escuchaba sus radionovelas en Radio Rumbos y sufría con Doris Wells o Marina Baura en la telenovela de turno.
La que hacía flores con sus manos maravillosas y que, como por encanto, tenían olor propio. La que tejía madrugadas, colaba café, hacía arepas en budare y unas cachapas de gloria.
La navidad, la navidad de ahora particularmente no me gusta. Ese “Estúpido espíritu de solidaridad navideño”, como dice mi Amada Emperatriz china, cubre mis cuatro puntos cardinales.
Diciembre y la navidad se ha convertido en una carrera por el regalo perdido, en promesas que casi nunca se cumplen y en una decoración para enseñar o hasta para presumir.
Diciembre y la navidad se ha convertido en una carrera por el regalo perdido, en promesas que casi nunca se cumplen y en una decoración para enseñar o hasta para presumir.
Ese pedir, pedir, pedir y el muy poco dar.
Debe ser que me estoy poniendo viejo, huraño o estoy en plena crisis de los 40.
Debe ser que me estoy poniendo viejo, huraño o estoy en plena crisis de los 40.
Comenzó Diciembre, ya es 5 de diciembre, y recuerdo a mi abuela materna. Es que ella es lo más parecido a la Navidad que conocí, la que añoro. La que unía, a la familia y a media cuadra de vecinos, en torno aun inmenso mesón para hacer las hallacas. En la cabecera, ella, cual directora de una extraña orquesta y mi mamá a su lado, maravillosa enfermera que es fue y será, como amarradora oficial.
Una vez, tendría yo poco más de 4 años, entré a la cocina en plena faena hallaquera y busqué la bandeja de pasas. Me escurrí, como una exhalación, entre las piernas debajo del mesón, saqué la mano y robé un puño de ellas, goloso me las metí en la boca.
Una vez, tendría yo poco más de 4 años, entré a la cocina en plena faena hallaquera y busqué la bandeja de pasas. Me escurrí, como una exhalación, entre las piernas debajo del mesón, saqué la mano y robé un puño de ellas, goloso me las metí en la boca.
Eran alcaparras en vinagre.
Mi abuela al darse cuenta me dijo: “No las botes, usted se las traga. Así aprende a nunca robar. Pida pero nunca robe” Santo remedio por los siglos de los siglos.
Mi abuela al darse cuenta me dijo: “No las botes, usted se las traga. Así aprende a nunca robar. Pida pero nunca robe” Santo remedio por los siglos de los siglos.
Todo después era fiesta, el arbolito…, una gran rama seca y sin hojas que cortaba mi abuelo y mi tía Alexis pintaba de blanco y adornaba con bolas de cristal frágiles como un suspiro. Después vivieron los pinos canadienses que era otra historia.
El nacimiento y su recolección de sacos, cajas, un lago de espejo, sus figurillas y otra vez mi abuelo arreglando las lucecitas. Yo le agregue un cocodrilo inmenso y me maravillaba ver, día a día, como los tres reyes magos se acercaban al pesebre por un caminito de piedritas blancas.
Las arepitas de anís, el ponche crema, los aguinaldos, las misas –insufribles- del gallo, los olores del pernil, el jamón planchado que traía de Caracas mi madrina, “La Negra”, hermana de mi mamá, el pan de jamón del Tío Rodrigo, el vino de Antonio Mellian y por supuesto, las HALLACAS.
Mi abuela se me fue, a sus 54 años, un mes de abril, a 9 días de unos de mis cumpleaños, echándole esa gran vaina a mi abuelo, que la siguió 10 años después, y llevándose con ella todo ese mundo.
Todo se me ha perdido, como se pierde de inocencia y me llena todos mis diciembres de una extraña y dulce melancolía –otra vez la Emperatriz ataca de nuevo-.
Hace algunos años, un diciembre, mi abuela se me presentó entre las ondas de una radio FM. Llegó en forma de canción y por un instante volvió ese mundo que yo creía perdido. Una canción que da, que ofrece y que se parece muchísimo a ese mundo lleno de niños Jesús y Reyes Magos. Volvieron los olores, las texturas, los colores, mis ojos se llenaron de lágrimas y hasta creí escuchar su voz susurrando mi nombre a mi oído.
Las arepitas de anís, el ponche crema, los aguinaldos, las misas –insufribles- del gallo, los olores del pernil, el jamón planchado que traía de Caracas mi madrina, “La Negra”, hermana de mi mamá, el pan de jamón del Tío Rodrigo, el vino de Antonio Mellian y por supuesto, las HALLACAS.
Mi abuela se me fue, a sus 54 años, un mes de abril, a 9 días de unos de mis cumpleaños, echándole esa gran vaina a mi abuelo, que la siguió 10 años después, y llevándose con ella todo ese mundo.
Todo se me ha perdido, como se pierde de inocencia y me llena todos mis diciembres de una extraña y dulce melancolía –otra vez la Emperatriz ataca de nuevo-.
Hace algunos años, un diciembre, mi abuela se me presentó entre las ondas de una radio FM. Llegó en forma de canción y por un instante volvió ese mundo que yo creía perdido. Una canción que da, que ofrece y que se parece muchísimo a ese mundo lleno de niños Jesús y Reyes Magos. Volvieron los olores, las texturas, los colores, mis ojos se llenaron de lágrimas y hasta creí escuchar su voz susurrando mi nombre a mi oído.
Señores este es mi humilde regalo para Ustedes que viene con todos los dulces de mi abuela materna, La Filósofa.
34 Comments:
Mi muy querido Hechicero: Me haces salir de mi caparazón de "tortuga ninja" para decirte que tu post es hermoso....,para comentarte que también tuve una mamama (una "filósofa") que me hacía modelar con un libro en la cabeza para que no me "jorobara", que me contaba hermosos cuentos de su vida..(como aquel, en dónde a los 12 años, probó un helado por primera vez..por allá en Caicara del Orinoco, y pensaba que era fuego, porque echaba humito y quemaba la boca)...con ella y su "chacarita" iva a la bodega de compras (medio plátano, 1/4 de Kilo de queso, 3 naranjas)...todo "fresco" y adquirido con un ritual del regateo fascinante, con ella nos atiborrábamos de churros en la fuente de soda de PB..en fin, mi mamama se fue y 5 meses después mi bebé...desde allí luto por fuera y por dentro....sabes algo, me hace muchiiisima falta su presencia y su consejo..gracias por preguntar siempre, Yo aquí, desde mi "exilio chimbo" te recuerdo, extrañando tus consejos, aquellas partituras de novelas fraccionadas o esos relatos sobre mi niña pétalo de rosa...
A tu pregunta de cómo están mis cosas?, pues bien...te miro a los ojos, te rozo la mejilla y sonrío
Hermoso sin palabras cuando me reponga escribo ...! mi Nonita es la que me hizo recordar
Feliz Navidad
Namaste !
Gracias por el regalo, y por acordarte de todos nosotros.
Pero sintiéndolo mucho, no me gusta demasiado la Navidad. Es más pienso que son las celebraciones más tristes que existen.
A tí te faltó tu abuela, a mi, mi padre. Y ya no las disfruto de la misma manera.
Como dicen por aqui...LAS NAVIDADES SON PARA LOS NIÑOS! Y aunque no del todo, es en Navidad, cuando dejo de ser una "niña".
Ese niño que todos deberíamos llevar dentro, se queda muy escondido...y sale cuando pasan las fiestas ;)
Un beso
al Sr. Hechicero
vivo en un bosque encantado, en donde a veces crecen árboles con sabor a mi abuela...
hoy ella trabaja con los niños cerca de las nubes... tal vez hasta conozca a tu abuela...
quién sabe si hacen una loca asociación...
si llegas a visitar mi página... hay un cuento para ella... y para todas las del cielo
se llama para los del cielo...
Un saludo desde el bosque
Estimado Hechicero, buen homenaje, cuando menos demuestra que fuiste amado que o es poco. Pienso en ti, pienso en lo que eres y me alegro, quiero que sepas que para mi, toda la comunidad bloguera es una especie de familia así que estarás en mis recuerdos, un abrazo...
Sil!!!!!!!
este era el post que YO queria escribir!!!!
me has arrugado el corazon de la nostalgia. comparto 100% estas palabras y sí, tenias razón: este es tremendo regalo :)
pero aun voy a escribir el mío. que es más o menos esto. el por qué mis navidades nunca serán las mismas.
Un beso enorme para tí, por haberme sacudido el corazón :)
Un beso enorme a la abuela, por ser aún un ser especial :)
Silma:
Tienes una pluma hechicera. Recuerdo que un día dijiste en mi blog que algo así querías escribirle a tu mamá. Saldaste la deuda y de hermosa manera, con tu abuelita.
Y aunque ya la navidad parezca otro capricho comercial de un mundo caprichoso, cada vez más, esto es una muestra de que puede seguir siendo el recuerdo de un dulce amor que se eleva a la par de tantas estrellitas que brillan en el cielo, que están allí y que a veces no podemos ver.
Qué regalo, sabes? Regalo para tus amigos blogeros, regalo para el mundo, regalo para tu abuelita. Que es una de esas grandes estrellas, o como diría la maga, un hada que humanizó al Sol y sale para regalarte gotitas de brillo cuando crees que el color del mundo está perdido...
Le aprecio muuuucho! Para mí, ha sido una bendición topármelo en esta etapa de mi vida..Gracias por saber estar!!
Color otrora dorado
P.D. La canción de fondo terminó de ponerle el punto sublime
Otra vez, mientras leía, volví a pasearme por mis recuerdos de abuelos, con una sonrisa dibujada y viendo pasar retazos de película por mis retinas. Muy emotivo el homenaje a tu abuela.
Y a propósito de ese nuevo "espíritu navideño" , solo consumismo,ya ni nombran al Niño Jesús, ni siquiera oigo hablar de San Nicolás (ahora lo llaman Santa)....extraño esas tradiciones.
Hasta pronto!!
La magia del blog. La magia...
Buen presente, Sr.
Por estas latitudes no se escuchan esos sones, una lástima pues lo escuchado es mucho mejor que lo que se oye habitualmente con motivo de las fechas.
Mas emotivo aún el escrito que Ud. hace de su abuela. "Cocinar como sólo una abuela sabe hacerlo". Una verdad digna del Evangelio.
Saludos.
Dieguito: Gracias por habernos sorprendido con este regalo; ahora presumo de inocente y me deslizo en patines. Un beso largo.
p.s: ... Y pensar que seguramente Al vernos trastabillar en la vida todas nuestras abuelas sonreirían.
Gracias por el regalito.
Que Bonito.
Te confieso que es un excelente relato, el cual me trajo mi propio recuerdo, identificándome con tu persona.
Esto de una manera muy especial creo que me ha conmovido mucho.
Un abrazo y muchas felicidades sinceras
Nelson
hermoso texto, mi amigo...me hizo sonreir y entristecerme...como soy hija de una mamá que parecía abuela, pues la identifico allí, en las novelas de radio rumbos y todo ese mundo
te quiero muchoooooooo!!!! (desde las palabras uno aprende a querer a los blogueros)
qué bonito. Gracias por compartirlo. Hay gente que nunca se va del todo, gente única, irrepetible, gente que llena un mundo con su solo recuerdo. Como tu abuela, como mi abuela Julia.
Un beso.
Judit
Amigo, Habrá escuchado aquella ópera maravillosa inspirada en el cuento tradicional japonés "Crepúsculo de una gruya"?
YUZURU!!! Amigo Salomón.
AMIGO SILMARIAT, ME HALAGA
¡Maese Silmariat!
Qué gusto saberlo más vivo que nunca, un saludo desde las chinampas laguneras de tierras lejanas de la américa colonial. ¡Hasta siempre!
--YaZ--
Pase lo que pase, creo que acá en mi pais se va a tomar una decision madura.
Gracias por tu post, nos estamos leyendo.
Pues te cuento que tu blog me ha encantadodo...
Las navidades nunca serán las mismas sin nuestros seres de antaño...en mi caso, sin abuelos, sin padres y sin hermanos, fueron navidades muy fuertes que me enseñaron a valorar el doble ese valor y calor familiar.
Sencillamente bello post amigo.
Por cierto...Aún estas en Ginebra? Mi esposo y yo vivimos aqui en la gélida "Geneve" (Detrás de la Gare de Cornavin) si no te escapas para ningún lado este Diciembre contáctanos...mira que aquí las navidades y año nuevo son muy tristes, pero si organizamos algo pues será mucho mas llevadero:D.
Mi mail: yadibarra@gmail.com
BESHOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Tantos recuerdos que me hiciste traer a mi mente. Justamente hoy estuve en la tarde ayudando a armar el pino de navidad a mi madre, nunca me ha gustado hacerlo, siempre trataba de no estar cuando ella y mi hermana lo hacen. La navidad nunca me ha gustado mucho, comparto contigo cuando dices que es solo pedir y no dar. Se ha transformado en solo consumismo, en regalar lo que no esta al alcancé. Pero esta navidad es distinta, con decirte que me ofrecí para ayudarle, por que es mi ultima navidad a su lado. Ya es hora de partir de casa, buscare nuevos rumbos y quiero que esta navidad sea la mejor que hemos vivido juntos. Después cuando yo tenga mi familia, en cada navidad la recordare a ella y su pino navideño, su cena esplendorosa y sus platicas en le terraza mirando como la gente corre hacia sus casas.
Gracias por el post
La familia siempre es así para mi “pequeño nido nebuloso” …
Gracias por tu comentario, no olvido la historia aún cuando no la he vivido, creo que esta ante mis ojos fría y desde esa capa fina de hielo se observan mejor: las grietas, abolladuras, desmanes, simplezas, etc. Cuanto me gustaría confiar en promesas y creer en luces de colores y parpadeantes, pero la inocencia se me ha ido de a poco…no creo en respuestas dichosas y futuristas a problemas arraigados, las respuestas más lúcidas se dan con autocrítica, con retrospectiva…el resto es no asumir y seguir pintando sobre un muro descascarado y sucio. En fin creo en los que miran hacia delante por que el pasado no los culpa ni los complica mucho…eso.
Oye sigue visitándome…
Beso
PD: puede que mis palabras sean simplistas (no quería hacer un comentario largo y no es por excusarme pero aún mi etapa de desarrollo y mi poco tiempo de revisiones históricas no permiten mucho más)
Gata Floja
mira gracias por su visita.. vengo por aqui y encuentro un buen blog.
lo de la familia notable¡ gran valor.
vuelvo por aqui¡
cuidate
Mi abuela era dicharachera y tambien algo de filosofa tenia eso seguro...
buenas letras¡¡¡
andamos viendonos por aqui señor.
Gracias por tu visita, tu buen comentario y un excelente post. Si puedes lee Delia en mi blog, tiene mucha conexión con el tema.
La Navidad produce en mí profundas contradicciones. Las contradicciones del sistema, por cierto.
Un saludo, nos leemos.
Así que en Suiza y sus cantones eh? Ellos nos dan cátedra de democracia y espíritu cívico...
Qué lenguaje se habla en tu sector? Alemán, Francés, Italiano o tal vez Romansch? Cuentame, mis otros blogs tienen cosas que pueden interesarte, saludos.
Y si puedes escucha mi tema "Delia"...
Pasé por tu casa a conocerla y me encontré con este hermoso relato. Volveré. Saludos.
Que lindo lo que escribiste. Siento sana envidia por quienes pudieron disfrutar o disfrutan aún de sus abuelos. A los míos casi no los conocí, y créeme que es algo que te hace sentir triste cuando lo piensas.
Gracias por tus buenos deseos, aún no se decide nada, sólo espero que quien dirija por los siguientes 4 años, lo haga con ganas de construír algo mejor de lo que tenemos.
Mil cariños.
Feliz Dìa..!
Hola Saluditos para tì, si puedes pasa por mi blog hay mensajito para ti mil disculpas por no responder antes..
La escoba sufrio un daño..
Namaste!
Me encantó tu post. Me trajo muchos recuerdos, mis abuelas, mi papá...
Wow, sorprendente su visita... gracias... lo leo!
Saludos
Me identifica de algún modo extraño esta expresividad sobre la importancia de tu abuela. Fíjate que yo tengo una muy particular. hace muy poco tiempo me confesó que durante sus años de juventud se dedicó durante un par de años a la prostitución. Por supuesto que mi reacción fue desprejuiciada y acogedora. El caso es que lo había sospechado, porque nuestras conversaciones sobre sexualidad y sexo fueron desde temprano y siempre respondió a todas mis consultas.
Mi abuela es tb parte importante de mi vida. La admiro mucho. Aun puedo disfrutar de su compañia, y me alegra.
Tienes un blog muy bueno. Rescastaste el sentido de la navidad xDDD
Saludos
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